Al parecer, en las facultades de Comunicación Audiovisual van a terminar implementando una asignatura sobre el apasionante mundo de la cronometría, la ciencia que se ... ocupa de la medida exacta del tiempo. Más allá de estudiar, por ejemplo, la Historia del Cine Clásico, la Narrativa Audiovisual, los Procesos y Técnicas de Creación o la Dirección Artística, la cronometría es necesaria porque revela, definitivamente, la calidad de una película.
Me sorprende esta nueva costumbre de cronometrar los aplausos. Creo que cuando una película nos conmueve o nos impacta o nos interpela de verdad, la tendencia apunta al enmudecimiento, a la reflexión, al análisis. Sin embargo, ahora, cuando aún no hemos parpadeado tras el último plano, si creemos que la película nos ha gustado, hay que ponerse a aplaudir durante largos minutos, larguísimos, porque en estos momentos, una ovación de cinco minutos es una mediocridad. Terminaremos por aplaudir hasta no saber qué estábamos aplaudiendo.
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