Borrar
JOSEMARI ALEMÁN AMUNDARAIN

Abróchense los cinturones

Vienen tiempos complejos y no podemos garantizar el futuro, pero sí anticiparlo con inteligencia. Si no lo hacemos, las turbulencias no serán pasajeras

Jorge Arévalo Turrillas

Jueves, 30 de octubre 2025, 01:00

Comenta

Como en los aviones, cuando el piloto anuncia turbulencias, hoy más que nunca deberíamos aplicar esa advertencia a la situación que atraviesa el mundo actualmente. ... Una etapa impredecible, convulsa y alarmante. La geopolítica y el comercio internacional se han transformado en un tablero sin reglas claras. La economía mundial oscila entre el estancamiento y una creciente espiral de deuda. Y Europa, anteriormente bastión de estabilidad, ha entrado en zona de grandes turbulencias. La metáfora del cinturón de seguridad no es gratuita. Según el FMI, la deuda pública mundial ha alcanzado el 110% del PIB global. En Europa, Grecia, Italia, Francia, Bélgica y España, superan o rozan ese umbral. Esta carga limita la capacidad de los Estados para afrontar crisis, invertir en innovación o sostener el bienestar. La deuda no es sólo un número. Es una hipoteca sobre el futuro. Cada euro malgastado es una oportunidad perdida para construir un mañana más justo y mejor. Sin embargo, seguimos como si el dinero fuera inagotable. Y no lo es. Los ajustes que se avecinan no serán suaves, serán turbulentos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Abróchense los cinturones

Abróchense los cinturones