Comprad, comprad malditos
Francisco Javier Sáenz Martínez
Jueves, 4 de diciembre 2025, 07:28
Adquieran, consuman, gasten como si no hubiera un mañana. Despilfarren, que vienen los rusos y el mundo se acaba; derrochen, un crack se vislumbra en lontananza y la hiperinflación convertirá el dinero en arena. La publicidad nos bombardea con saña arengándonos a comprar: El dinero se ha hecho redondo para rodar; la dicha no consiste en ahorrar y ser precavidos sino en gastar compulsivamente. Pretenden convertirnos en esclavos perpetuos que no saben, pueden, ni quieren contentarse con lo que tienen y creen que cuanto más gasten serán más felices. Si el vecino puede, yo también; si el compañero de trabajo tira de tarjeta ¿por qué yo no? La iluminación navideña cada año se adelanta más, el propósito de las luminarias no es para hermanarnos, sino para inducirnos de forma subliminal; no lo percibimos conscientemente pero influye en nuestra conducta, nos impele al gasto desaforado. Comidas y cenas pantagruélicas en las que embaulamos y trasegamos con glotonería, voracidad y avidez: Gula pura y dura; creemos erróneamente que nos sentimos más vivos. ¿Dónde ha quedado el auténtico espíritu navideño si alguna vez lo hubo? ¿deberíamos someternos a una catarsis? Mientras tanto, en plan hedonista: 'Comamos y bebamos, porque mañana moriremos'.