La barbarie
Me gusta vivir en un país donde un tío marrano acorrala a una mujer a la que no conoce y simula besarla mano sobre los ... labios. Un país donde ella lo denuncia y el hombre es condenado. Lo que él dice que era una broma lo era entre gente de su edad hace años, pero con conocidas. Igual que me parece que algunos jueces se pasan al condenar por palabras dichas o escritas contra Irene Montero o Bescansa, me alegro de que Teresa Rodríguez haya sacado adelante su indignación por tener que aguantar lo que tantas mujeres se callan (es verdad que yo, con tal de no pisar un juzgado, lo mismo me callaba, pero no descarto un rodillazo extrajudicial en los cataplines). Me gusta más no vivir en un país vecino donde se condena a una mujer por tener relaciones sexuales fuera del matrimonio y abortar (y también se condena al novio, al ginecólogo, al anestesista y a la secretaria de la clínica). La civilización tiene sus fallos. La barbarie es todo fallo.
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