Más allá del sexo
Andrés Crespo Rico
San Sebastián
Jueves, 13 de noviembre 2025, 06:33
Para Nietzsche todos los problemas derivan de nuestro instinto de poder. A Freud le importó la versión sexual. Fromm dirá que antes nos habita un ... miedo existencial a la libertad, del que surgen tales ansias. Y, siguiendo a Kant, no habrá manera de solucionar la papeleta si no disponemos del sentido del deber, del compromiso social y la palabra dada. Por eso Descartes dijo que no hay que dejar de leer a los filósofos ni en los descansos de los partidos de fútbol. El bueno de Epicuro fomentó el deber del placer, sin olvidar que Sócrates lo identificó con el placer del deber. Pero el problema sigue y con él la promiscuidad provocada por elementos mafiosos que lo han mercantilizado todo. El sexo como otro producto trampa, otra droga, alienante y poderosa que no distingue de clases, edades, ni géneros. Marcuse plantea en 'Eros y Civilización' una manera digna de afrontar la cuestión, al considerar el sexo como una variable más de la función erótica, que lo trasciende al incluir en ella todas las dimensiones de la creatividad, es decir, el arte, la ciencia y la convivencia. La mejor vacuna contra el insoportable vacío de amor o de poder.
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