«Nos han dicho que saliéramos del agua porque iban a hacer estallar una bomba»

En las orillas de San Pedro y San Juan, las más cercanas al lugar del suceso, se veían caras de sorpresa pasadas las doce y media del mediodía, por la llegada de agentes de la Guardia Municipal de Pasaia, que les indicaban la necesidad de salir de inmediato del agua. «Nos han dicho que no podíamos seguir bañándonos porque se iba a hacer estallar una bomba. Hemos salido lo más rápido que hemos podido. No sabemos cuándo nos dejarán volver», comentaba un grupo de jóvenes en las inmediaciones de la plaza Santiago de Donibane.

La Autoridad Portuaria de Pasaia activaba un protocolo que, como principal medida de precaución, obligaba a cerrar el canal de acceso a la dársena. Ningún barco podía entrar o salir del puerto; ni los buques mercantes ni las embarcaciones recreativas que incrementan su presencia durante la temporada estival.

Del mismo modo, el servicio de motora que comunica ambas orillas tuvo que ser interrumpido, algo totalmente inusual en Pasaia. Por ello, cuando los viajeros llegaban a los pantalanes de este medio de transporte, descubrían con sorpresa que no podían cruzar el estrecho brazo de mar. Las quejas se sucedían.

«No entiendo que nadie haya avisado de esto. Nos quedamos colgados en San Pedro porque no hay otra forma de llegar a San Juan. Tendríamos que dar toda la vuelta por Donostia, Errenteria y Lezo. Eso nos llevaría más de una hora», protestaba un turista que lamentaba no saber «ni el tiempo que se va a cortar la motora». «Tengo un par de horas para ir a casa a comer y volver al trabajo. Ahora no sé si me dará tiempo», comentaba otra mujer mientras trataba de conseguir información sobre lo que estaba ocurriendo.

Entretanto, la presencia policial se incrementaba en el interior de la bahía. A los efectivos de la Guardia Municipal que se situaban en tierra, se sumaban los de la Guardia Civil a bordo de diferentes embarcaciones. Estas impedían el paso a las que trataban de abandonar el puerto. También se interrumpieron los entrenamientos de los piragüistas.

Según ha podido saber este periódico, el artefacto, que podría haberse utilizado durante la Guerra Civil, fue detectado el pasado miércoles. Tras una primera inspección, miembros de la Guardia Civil y del Ejército español tomaban la decisión de hacerlo explosionar. Para ello, se requirió la presencia de buzos artificieros de la Armada, que se sumergieron en el lugar del hallazgo. Su detonación pasó inadvertida para las decenas de curiosos que se arremolinaban en el Paseo de Puntas de San Juan y en la Torre de San Pedro. «No hemos oído nada», decían. Pasados unos minutos de las dos de la tarde, la Autoridad Portuaria restablecía el tráfico y, con él, también el servicio de motora.

Esta no es la primera vez que se hace detonar un artefacto explosivo en aguas de la bahía de Pasaia. La última fue en abril de 2021, aunque es frecuente que se encuentren proyectiles en la bocana. Así, Buceo Donosti rescató el 21 de junio una bomba anti-sónar flotando.