Los integrantes de la kantujira popular pusieron banda sonora al centro de Lezo
La música fue la protagonista de una jornada de la que disfrutaron los habitantes de la localidad
Fieles a su cita con los vecinos de Lezo, los componentes de la kantujira popular protagonizaron a mediodía de ayer una nueva salida por la localidad. El punto de partida de su itinerario musical fueron las dependencias del hogar del jubilado Aiton Borda, donde a las 12.30 horas dieron inicio, con puntualidad inglesa, a su actuación.
Sus pasos se encaminaron, pocos minutos después, hacia Kaialde. Letra en mano, los participantes en esta actividad cultural fueron prestando su voz a un completo repertorio de temas. Entonándolos entraron en Kale Nagusia, donde realizaron nuevas escalas a las puertas de diversos comercios y establecimientos hosteleros.
La bajada de los termómetros no amilanó a la cerca de veintena de cantores que esta vez tomaron parte en la iniciativa. Juntos plantaron cara a los apenas seis grados que se registraban en ese mismo momento en el centro de la población.
Atraídas por sus sones, algunas personas no dudaron en sumarse a la kantujira aunando, de este modo, nuevas voces a las que se hacían oír entre las casas solariegas. «Toma una hoja si no te sabes la letra», proponía uno de los miembros del grupo a una mujer, que no dudaba en aceptar la invitación.
La escena se repitió en la Plaza Santo Cristo, lugar elegido, como ya es costumbre, para poner punto final al recorrido hecho a base de canciones.
Más música
La música continuó siendo protagonista durante las primeras horas de la tarde, cuando la Escuela de Música Municipal Tomás Garbizu ofreció un concierto de cámara con Ioannes Sagarzazu, David Bergman, Ane Espina, Myriam Hamela, Irene Sagarzazu, Esther Barandiaran y Laura Mota. El profesorado responsable fue Raffaeka Acella, Barbara Doll y Ayako Tanaka.