«Compartir esto con mi hijo durante diez años es increíble»
Sebastián Pérez repasa la década de su hijo como profesional en el boxeo. «Estoy orgulloso de lo profesional, pero sobre todo de la persona en la que se ha convertido»
Una década. Se dice pronto. Sin embargo, ¿Cuántas cosas pueden cambiar en diez años? Seguro que muchas, pero para cuando uno se da cuenta de ... que ha pasado ese tiempo, muy probablemente no se da cuenta. Algo parecido le ocurre a Sebastián Pérez 'Látigo', quien cumple diez años como boxeador profesional.
Una cifra que sin duda supone algo excepcional y de lo que estar orgulloso. Sin embargo, si hay alguien que se siente contento de verle ahí, ese es sin duda, su padre. Sebastían Pérez, conocido en el gimnasio como 'Míster' lo tiene claro. «Haber compartido con mi hijo todo esto durante diez años es sin duda algo increíble».
«Louie Lynn era una máquina de meter hostias, nunca habíamos tenido a alguien así en frente y lo pasamos realmente mal»
Lo dice mientras Sebastián 'Látigo' está a su lado en el despacho. No hay lágrimas en los ojos de ninguno. Tampoco es necesario. Puesto que el cariño que se tienen se ve a cada instante. Y es que ocurre algo que no muchas veces pasa. Padre e hijo, hijo y padre comparten prácticamente las 24 horas del día. Algo que «nos ha permitido conocernos a la perfección».
Todo ello a pesar de ser «muy distintos». Como relata el Míster, «yo soy más impulsivo, de sangre caliente, pero este (señalando a su hijo) es un chico calmado, y eso hace que a veces me pare un poco». Sin duda les funciona bien. «Siempre es positivo tener otra opinión sobre cualquier tema», afirma. En esta línea, comenta que «es una unión muy fuerte la que tenemos».
Asimismo, ambos recuerdan su debut como profesional en 2015. «Fue ante Jefferson Vargas, y 'Látigo' ganó bien». No obstante, recuerdan que no fue fácil encontrar un rival. «Todos sabían el nivel que tenía y ninguno quería subirse a debutar con él». Por ello fue Vargas, un chico que «ya había combatido como profesional con dos victorias».
Un recuerdo imborrable
Tras unos años muy bonitos ha habido momentos de todo tipo. Sin embargo, cuando se le pregunta a Sebastián padre por un combate, para él es inevitable recordar aquel que tuvo ante Louie Lynn. Y no precisamente por haber sido un camino de rosas. «Fue la primera vez que vi en peligro la integridad física de mi hijo», asegura mientras se le corta un poco la voz. «Ese tío era una máquina de meter hostias, nunca habíamos tenido a alguien así en frente», añade.
Una pelea en la que «los primeros asaltos fueron muy duros». Sin embargo, 'Látigo' pudo acabar la batalla, aunque «perdió como era de esperar». Asimismo, recuerdan que fue una velada que se celebró en pandemia. «Salió la posibilidad de enfrentarse a Lyon y cuando se lo propuse ni se lo pensó. Traté de explicarle que el rival era duro pero a él no le importa eso, se pelea con quien haga falta», asegura el Míster.
A pesar de ello, y como no podía ser de otra manera, también se han vivido grandes momentos. «El combate ante 'Caco' Barreto fue especial porque logramos unificar dos títulos y 'Látigo venció' con un gran combate», asegura satisfecho. Sin embargo, tras comentarlo vuelve a recordar el combate de Londres.
Un padre satisfecho
Además de lo logrado como profesional, si hay algo que «me hace estar orgulloso como padre es ver la evolución que ha tenido como persona». Como subraya, «es un chico trabajador, calmado, con valores y algo que me gusta es que respeta mucho a los mayores».
Asimismo, «se ha convertido en parte fundamental de la directiva. Poco a poco ha adquirido esa experiencia con la que me ayuda a hacer las gestiones del gimnasio». Por ello, «el día que cuelgue los guantes él se encargará de este proyecto», destaca.
«Hemos aprendido mucho»
En cuanto al aprendizaje de estos diez años, «hemos visto que hay veces que las personas se quieren aprovechar de tí, y eso es algo que se ve con el paso del tiempo», comenta el Míster. Sobre todo en los asuntos que competen a los acuerdos a la hora de cerrar los combates. «Hay personas que te dan una cantidad cuando saben perfectamente que la pelea obtendrá muchos más beneficios». Por ello, y tras «algún problema con un promotor», han decidido ser ellos mismos quienes organicen los combates.
«Este cambio nos ha permitido ganar nosotros, pero también ser los responsables en caso de perder, y no depender de ningún tercero es algo que nos ayuda», asegura.
Todo ello mientras ve orgulloso a los pupilos de su gimnasio, quienes con respeto acuden al despacho a saludar a padre e hijo. No por obligación, si no por respeto. Algo que si «no se tiene, es imposible formar parte de este grupo».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión