Irati Etxandi: «Hay que tener el coche a punto antes de viajar»

«Normalmente es difícil apreciar desde fuera el estado de las pastillas de freno de nuestro vehículo, ya que las llantas o el tapacubos suele cubrir esa zona. Si sirve de orientación, un indicativo de que las pastillas están gastadas suele ser el sonido que hacen al pisar el freno, ya que se suele escuchar como un chirrido. No obstante, si tenemos alguna duda, es preferible que acudamos a nuestro taller de confianza para asegurarnos de que están en buen estado. Seguir conduciendo con las pastillas gastadas aumenta la distancia que necesita el coche para frenar y, además, puede provocar un desgaste del disco de freno y producir una avería peor».

«Si vamos a desplazarnos esta Semana Santa, y sobre todo si el trayecto es de larga distancia, conviene comprobar que todas las luces del vehículo funcionan y que no tenemos ninguna fundida. La forma de comprobarlo varía entre vehículos, pero las cuatro relevantes son las siguientes: luces de freno, intermitentes, antinieblas y las largas. Además de dificultar la visibilidad, llevar fundida alguna de estás bombillas puede conllevar una multa de 200 euros para el conductor del vehículo».

«Si nos ponemos frente al capó, el envase de la izquierda es el del limpaparabrisas, que normalmente suele ser azul y lleva el correspondiente símbolo. El siguiente tapón del envase de mayor tamaño es para el anticongelante, que marca el máximo y el mínimo de líquido que debemos echar. A su derecha está el tapón del aceite, pero la varilla para comprobar si el nivel es el adecuado está un poco más escondido. Dicha varilla tiene dos muescas y el aceite debe situarse entre ambas. Y, por último, el tapón más cercano a la luna es para el líquido de frenos».