Niebla, un peligro en carretera

La regla de las tres V para conducir en niebla

Aunque el tráfico no sea excesivo por las zonas de nuestro país, los meses del invierno suelen ser proclives a un mayor número de siniestros y de víctimas mortales en las carreteras. Resulta obvio señalar que las condiciones meteorológicas más adversas, donde inciden elementos como la lluvia, la nieve, el viento y la niebla, hacen mucho más arriesgada la conducción en esta época del año.

La mayoría de ellos ya han aparecido en estas páginas de motor y, quizás, la niebla sea uno de los más olvidados, y eso que es una de una inclemencia meteorológica muy molesta y peligrosa. ¿Por qué? Muy sencillo; el 90% de la información que percibe al volante llega a través de la vista, por lo que la presencia de bancos de niebla genera limitación del campo visual. Con niebla se complica mucho la anticipación a probables obstáculos, la identificación de las señales de tráfico, o ver a los otros vehículos en la carretera. Es por ello que la combinación de una visibilidad escasa y la incertidumbre de lo que pueda ocultarse tras la niebla, que la conducción en estas circunstancias requiera una atención extrema por parte de todos los conductores. No son extraños los accidentes en cadena por no saber adecuar la conducción.

Se puede decir que una de las medidas más eficaces para circular con seguridad con niebla es cumplir con la que se denomina la regla de las tres V, que hace referencia a la visibilidad, la velocidad, y la distancia con el vehículo delantero, esenciales para conducir más seguros con niebla, según señala la DGT. Adaptar la velocidad y distancia de seguridad con el vehículo delantero en función de la visibilidad.

Regla de las 3 V = Visibilidad (V) = Velocidad (V) = Vehículo delantero (V). Ejemplo: Visibilidad (50 metros) = Velocidad (50 Km/h) = Vehículo delantero (a 50 metros)

Para mejorar la conducción con niebla, la Dirección General de Tráfico ha desarrollado unos códigos de colores que sirven para identificar la densidad de la niebla, y las restricciones de circulación asociadas.

Esta escala de colores asocia al color verde con las condiciones más favorables (visibilidad comprendida entre 120 y 250 m), luego pasa al amarillo (entre 65 y 120 m), rojo (entre 40 y 65 m), y negro (inferior a 40 m) a medida que la visibilidad disminuye. Con el color negro se prohíbe la circulación y se cierra la carretera.

Desde Tráfico se recomienda a los conductores que pongan especial atención a la humedad que puede haber en la carretera en episodios de niebla. Cuando el asfalto no está seco del todo, la frenada se alarga y el coche puede que no responda igual en las curvas. Además aumenta el riesgo de aquaplaning. También recomienda llevar lleno el depósito del limpiaparabrisas y asegurarse de que las escobillas estén en buen estado para mejorar la visibilidad.

Por último, la DGT aconseja a los automovilistas fijarse en las marcas longitudinales del suelo y no separarse de ellas, así como no detenerse en el arcén, especialmente si la niebla es intensa y la visibilidad reducida.

En síntesis, las recomendaciones serían:

- Encender las luces de cruce y alumbrado antiniebla (Ver bien y ser visto).

- Adaptar la velocidad y distancia de seguridad con el vehículo delantero en función de la visibilidad: Regla de las 3 V.

- No seguir de cerca a otro vehículo; vigilar la luz de freno del vehículo delantero.

- Comprobar el funcionamiento de los limpiaparabrisas.

- No frenar bruscamente ni detenerse en calzada, y evitar adelantamientos.

- En caso de cualquier incidencia en carretera, encender inmediatamente los intermitentes de emergencia, faros y alumbrado antiniebla.

- Cuando la niebla sea muy densa, tomar como referencia las marcas viales de la derecha de la calzada.

- En autopista y autovía circular siempre por el carril derecho.

- Prestar atención a los vehículos de dos ruedas y a peatones por ser mucho menos visibles, no suelen llevar luz, con niebla.