Llegar a los 6.070 metros de altitud no es posible para muchos
Durante casi 60 años, el Porsche 911 se ha llevado al límite tanto en circuito como en la carretera. Ahora, se está escribiendo un nuevo capítulo con la prueba de dos unidades experimentales de un 911 único. Los tests se han realizado donde no hay carreteras, donde el aire es escaso, donde la temperatura está muy por debajo del punto de congelación e incluso donde la vida vegetal no existe.
Un equipo liderado por el piloto de resistencia y aventurero Romain Dumas, se ha propuesto ver hasta dónde es capaz de llegar el 911 y ha optado por uno de los lugares más duros del mundo para comenzar la aventura: las escarpadas laderas de Ojos del Salado, en Chile, el volcán más alto del mundo.
Para llegar a los 6.007 metros (19.708 pies), el 911 con Romain Dumas al volante superó pendientes muy pronunciadas y zonas de hielo que pusieron a prueba las aptitudes tanto del coche como del equipo que lo acompañaba, en temperaturas de unos 30 grados centígrados bajo cero y con la mitad de oxígeno en el aire que a nivel del mar. Muros infranqueables de nieve estacional y hielo cerca de la cumbre fueron los retos finales de la prueba, donde el 911 demostró lo que es capaz de hacer en condiciones extremas.
«Ha sido una aventura memorable y especial, en un lugar tan hermoso como brutal. ¡Supongo que hoy las únicas máquinas en todo el mundo más altas que las nuestras eran los aviones! Para el equipo se trataba de aprender y, desde el primer momento, el coche se ha visto que era resistente y ágil. Fuimos muy exigentes y lo exprimimos al máximo desde el principio, pero se comportó como si estuviera en casa», comenta Romain Dumas, piloto del 911 y líder del equipo.