Andutz, el mirador de los gentiles al mar

Un sencillo paseo desde el barrio de Itziar nos acerca hasta uno de los miradores más bonitos de Gipuzkoa al mar. Andutz, una cumbre de apenas 612 metros de altitud nos permite descubrir uno de los rincones más entrañables de Gipuzkoa. Este barrio debarra se encuentra a unos 6 kilómetros de su centro urbano. Los datos históricos destacan que la primera cita sobre Itziar aparece en el año 1027, en una carta del Rey Sancho el Grande de Navarra, en la que junto a otros valles se menciona Ticiar.

Además, está recogido por los historiadores que en el año 1294, el Rey Sancho IV concedió a los vecinos de Itziar la Carta-Puebla de Monte-Real de Itziar.

Desde este barrio rural es fácil acceder hasta la cumbre favorita de sus vecinos, Andutz. Se trata de una cumbre de piedra caliza que con sus modestos 612 metros de altitud no destaca entre los montes guipuzcoanos, ofrece a cambio al visitante una estampa única de la costa. Los entendidos en la materia dicen que conforma un pequeño macizo en sí mismo que se englobaría dentro del gran conjunto montañoso de Izarraitz, ocupando su parte más septentrional, sobre Itziar (224 m.).

Izarraitz es el largo cordal que va perdiendo altura conforme se aproxima a la costa y en cuyos kilómetros finales se encuentra Andutz, que se sitúa a menos de 3,5 kilómetros de la línea de mar. Izarraitz se sitúa sobre el valle de Iraurgi, donde se encuentran las vecinas poblaciones de Azpeitia y Azkoitia. La cumbre más alta de Izarraitz es el monte Erlo (1.030 m.). Geológicamente, este macizo forma parte de la prolongación del sinclinorio de Bizkaia, que desde Punta Galea levanta varios macizos hasta el monte Arno, donde entra en contacto con Gipuzkoa. Desde Arno las elevaciones pasan a formar el llamado Anticlinal Arno-Tolosa, donde encontramos el macizo de Izarraitz, así como el sinclinal colgado de Hernio.

En la cima de Andutz se encuentra una modesta cruz de cemento en la zona más alta y a pocos metros el buzón con forma de ermita. Al otro lado, separado por unos 300 metros, encontraremos el punto geodésico.

Para llegar hasta la cima de Andutz debemos comenzar la caminata en el polígono industrial de Itziar. Al llegar a este podemos aparcar en la zona y tomar la pista de cemento que bordea la primera fábrica y se dirige al caserío Teleixa. Está justo al comienzo del polígono a la izquierda. Seguimos la pista de cemento, pero antes de llegar al caserío Teleixa nos encontraremos con unas señales que nos indican el camino a seguir para llegar a nuestro objetivo.

Al comienzo del camino nos encontraremos con una zona cementada que nos conducirá entre prados en los que pastan rebaños de ovejas a un camino forestal de tierra. El ascenso tiene algún tramo con más pendiente, pero se puede realizar tranquilamente. Andutz nos vigila desde arriba, esperando que lleguemos para ofrecernos unas magníficas vistas. Tras unos 50 minutos de caminata llegamos al final de la pista de tierra, en la que abundan las piedras, para pasar a una zona de pastos que nos mostrará la pendiente del Andutz que deberemos superar. El paso de la gente y el ganado ha marcado pequeños senderos que nos conducen a la cumbre sin dificultad. Además, pronto veremos la cruz que nos indica el punto más alto de nuestro objetivo.

Una vez en la cruz del monte Andutz, en un día despejado solo toca disfrutar de las vistas. Todo el litoral del Golfo de Bizkaia entre Matxitxako y Las Landas, y se extiende incluso hasta las montañas del Pas: Hau­tza, Erlo, Larrun, Jaizkibel, Aiako Harria, Anboto, Gorbea, Oiz... En este precioso mirador de la cima pedregosa guarda un interesante pasaje histórico ya que, según cuenta la leyenda, formaron los gentiles de Lastur, que intentaron evitar la entrada del cristianismo a la zona lanzando piedras contra las obras de la iglesia de Santa María de Itziar. Pero lo hicieron con tan mala puntería que las rocas acabaron formando la montaña de Andutz y el cercano Saltsamendi.

Desde el punto geodésico nos dirigimos hacia el monte Saltsamendi por la cresta (N) para descender hasta el collado de Ur-kutxu (530 m). Es habitual encontrarse con una preciosa charca y el puntiagudo monte Saltsamendi (590 m) detrás. La subida al monte Saltsamendi nos brinda unas excelentes vistas de la costa Cantábrica y del monte Andutz.

Regresamos al collado de Urkutxu para realizar la ascensión a nuestro siguiente objetivo, el monte Lizarreta. Para ello, desde aquí seguiremos por el camino de la izquierda, descendiendo poco a poco por la ladera del monte Andutz, hasta llegar a la carretera. GI-3210 (550 m). Una vez alcanzada la carretera, tenemos que cruzarla para tomar la carretera asfaltada que nos lleva hacia el collado de Txapasta. Después de pasar junto a un caserío en ruinas dejamos el asfalto para subir por la pista de la derecha.

Cuando la pista hace una gran revuelta la abandonamos para coger un camino de hierba hacia la izquierda. Vamos ganando altura poco a poco hacia las rocas, manteniendo siempre dirección hacia el NE, con el monte Andutz a nuestra derecha. Continuamos por la cresta, más o menos paralelos a la valla de espino. La subida a Lizarreta por esta zona es a veces un tanto penosa por la abundante vegetación entre el lapiaz, aunque no entraña dificultad. Al terminar la ascensión al monte Lizarreta nos encontramos con un buzón y un vértice geodésico un tanto oculto por la espesa vegetación.

Para regresar a nuestro punto de partida nos adentramos en el pinar que hay junto al vértice (NO), y por camino evidente alcanzamos dos bifurcaciones, para tomar en ambas la opción de la derecha hacia Itziar. Ruta muy recomendable para hacer en familia.

Las vistas de Itziar desde la cima de Andutz son preciosas, pero el barrio de Itziar cuenta con interesantes rincones que visitar. De hecho, en el barrio se encuentra el santuario marino del mismo nombre que cuenta con una de las más bellas de la iconografía vasca y a la que guardan una gran devoción entre las gentes de mar. La iglesia de Santa María es un templo renacentista del siglo XVI, cuyas primeras menciones se remontan al siglo VIII.

La imagen de la Virgen que data del siglo XII es una de las más antiguas de Gipuzkoa. Además, esta joya religiosa destaca ya que se trata de una de las siete vírgenes negras de Gipuzkoa, situada junto al camino de la costa de la ruta a Santiago de Compostela. Se trata de una virgen protectora y guía de los caminantes. El color negro hace referencia a la diosa-tierra céltica, fuente de vida. Las diferentes restauraciones que le han realizado a la imagen a lo largo de los siglos han hecho que haya perdido su color oscuro.

Cerca del santuario se encuentra además la escultura en acero 'Amatasuna' (La maternidad), del escultor Jorge Oteiza. La visita resulta más que interesante.

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