A merced del viento
Montaña ·
El trineo tirado por cometas sigue su curso en la travesía iniciática de oeste a este de Groenlandia.Hace 10 días el trineo de viento avanzó con nosotros unos metros. Si la pasada semana les comentaba mis sentimientos de emoción por el desplazamiento en el casquete polar hoy puedo expresarles lo mismo. Sigo sintiendo esa emoción que me da estar aquí en esta expedición científica llamada SOS Arctic 0 emisiones, con fuertes dosis de aventura y exploración. Siempre el trineo de viento, desde que Ramón Larramendi lo comenzó a desarrollarlo en 1999, ha estado, está y estará en constante innovación. Y así, el pasado sábado, ante la falta de viento, se decide probar la cometa de 250 m2. Es la primera vez que se va a utilizar tan grandísimo trapo. Es espectacular ver como se despliega al viento semejante medida de cometa. Vuela, y Ramón a los mandos.
El domingo fue un gran día de navegación porque teníamos el viento con la suficiente intensidad para desplazarnos y además en la dirección correcta y así conseguimos hacer nuestros primeros 50 km de una tacada en dos horas y media. Los primeros días de esta última semana han ido transcurriendo sin viento y esto como explicaba es algo tan sencillo como complejo y delicado. Simplemente, estamos a merced del viento. Eolo manda.
Aunque estemos sin movernos por la falta de viento o viento en contra, no damos por perdido el tiempo porque Ramón quiere probar todas las cometas que tenemos, digamos para hacer una selección de las que mejor se comporten al viento. Así que vamos probando cometas del mismo modo que vamos aprendiendo a extenderlas, desenredar sus hilos, plegarlas y guardarlas, en una tarea que a priori no es nada fácil pero que debemos familiarizarnos.
El miércoles nos pusimos a hacer ciencia dirigida por Lucía Hortal. Entre los 6 vamos perforando el hielo con un enorme taladro, traído expresamente para la ocasión. Llegamos a una profundidad de metro y medio con el primer tramo del taladro. Sacamos el taladro girando a la inversa y Lucía extrae el hielo que inmediatamente en la tienda locomotora se pone a fundir con el fin de extraer los microorganismos que en el hielo se encuentran para analizarlos en el laboratorio una vez de vuelta en Madrid. Toda esta investigación va dirigida a la exploración de la vida más allá de la tierra, por ejemplo, en Marte.
Ese mismo miércoles nos tocó palear para quitar la nieve del trineo acumulada por la fuerte ventisca. Además, desenganchamos los cuatro módulos para, uno por uno, desplazarlo unos metros al punto de salida perfecto y tenerlo preparado para comenzar a navegar en cuanto tuviésemos el viento a nuestro favor, anunciado para las 8 de la mañana del jueves. Ha sido una noche fría, bueno, prácticamente como todas. Entre 20 y 24 grados bajo cero. También estamos teniendo unas puestas de sol espectaculares. Estar aquí con 360 grados de horizonte resulta increíble. Es una gran sensación de amplitud paisajística que hasta encoge el corazón.
Comenzamos a navegar el jueves a las 9:20 de la mañana y es impresionante la adaptabilidad del trineo al irregular terreno del hielo, lleno de sastruguis (imperfecciones formadas perfectamente por la acción del viento en la nieve fundamentalmente cuando hay ventisca). Esta adaptabilidad del trineo de viento se debe a que está construido bajo la técnica más ancestral inuit, combinada con las nuevas tecnologías. Seguimos navegando, como siempre a merced del viento