Una vuelta por Ilulissat
Llegar a Ilulissat en barco es un espectáculo porque uno entra en el paraíso de los icebergs que bien ganada tiene su fama
De nuestro periplo por Groenlandia no podíamos pasar por alto visitar la ¿ciudad?, que sin llegar a los cinco mil habitantes es la más turística ... de Groenlandia. La recorrimos porque merece la pena darse 'Una vuelta por Iulissat'.
Este año se cumplen 20 desde que la tercera localidad más grande de Groenlandia fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por su espectacular Icefjord. No me extraña nada. Sus grandes bloques de hielo que 'adornan' la bahía de Disko, hacen de este lugar, con permiso de la Antártida, el paraíso mundial de los icebergs.
Vaya por delante que destaco sobremanera la llegada espectacular, magistral, bestial, única y un sinfín de adjetivos que podría darle, a Ilulissat. Allá donde mires, desde la cubierta del barco, ya les aseguro que merece la pena sufrir ese enorme frío que se pasa, babor, estribor, proa, popa…, es un espectáculo, es un sin parar de hacer fotos y además un deleite para los ojos del espectador. Luego, una vez en la ciudad podrá coger alguna de la mucha oferta que hay para hacer excursiones por el mar para complementar la visión desde un barco grande con la de un barco más txiki.
Sin duda hacer los tres trekkings que propone la propia Ilulisat es algo que hay que hacer. Nosotros primero hicimos el rojo; después el amarillo y para finalizar el recorrido azul, todo esto en tres días, en tres excursiones que fueron de dos horas a seis.
Fueron creciendo de nivel, no en dificultad, sino en interés, cada día superaba al anterior. El rojo entre la tundra y la montaña hasta ver algún iceberg allá a lo lejos, el amarillo espectacular, también tundra, montaña y nieve, con una llegada a la costa para ver el fiordo de Ilulissat fascinante; y el azul, en un recorrido tranquilo por una pasarela de madera nos llevó hasta el asentamiento inuit de Sermermiut que forma parte de ese Patrimonio Mundial de la Unesco que es el fiordo de Ilulissat. Impresionante lugar. Por lo que significó puesto que fue uno de los asentamientos más grandes de Groenlandia con unos 250 habitantes.
Una visita obligada es al museo de la ciudad. En la casa donde nació el explorador polar Knud Rasmussen se asienta en la actualidad el Museo de Historia de Ilulissat dedicado a él. Interesante de ver por las connotaciones históricas que tiene. La entrada vale también para el Museo del Arte. Pasear por la zona del puerto desde arriba a modo de mirador merece la pena. Visitar la iglesia y sentarse en unos bancos a sus espaldas que quedan frente al mar y sus icebergs será una experiencia excepcional.
Además de Qaqortoq con sus coloridas casas, también dimos una vuelta por Narsarq, interesante pero interrumpida por la presencia del oso…, estuvimos en la capital Nuuk destacando la visita a su museo Nacional de Groenlandia, recomendando el recorrido por la pasarela Myggedalen que te lleva a ver una vista panorámica de la vieja ciudad y no nos quisimos perder las ruinas de Qassiarsuk que es igualmente Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Aquí Erik el Rojo se estableció en 982 antes de Cristo. Pequeños grandes sitios…
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