El impresionante mar de nubes en Mendaur
Los aficionados a la montaña están disfrutando de unas jornadas luminosas, porque la niebla se ha quedado instalada en los valles
Decía Luis Pedro Peña Santiago que cuando el cielo está raso, es el mejor día para ir las alturas. Lo saben bien todos los amantes de la montaña, que disfrutan sobremanera en los fríos días de otoño y de invierno. ¿Por qué? Porque se suele producir un fenómeno muy fotogénico, que son los mar de nubes.
Es decir, pese a que en los valles los amaneceres son fríos debido a que la niebla está instalada, y de hecho muchas veces no levanta, arriba en las alturas reina el sol. Y cuando el montañero va ganando metros en su ruta, hay un momento mágico que es cuando se supera la barra de nubes. Eso, que se va intuyendo poco a poco, se transforma de repente en un azul intenso en el cielo y el mar de nubes, como si fuera una masa de algodón, justo por debajo de ti.
Suelen ser, además, unas jornadas en las que la atmósfera está muy limpia. Muy nítida. El horizonte se acerca. Más que nunca. Y aquellos con facilidad para identificar picos, se entretienen señalando aquellas cumbres lejanas. Esto en Euskadi significa que, por ejemplo, desde las cimas de Aralar y de Aizkorri se llega a divisar el Pirineo. Que por estas fechas suele estar nevado, por lo que las fotos quedan estupendas.
Cundo sucede este fenómeno, el horizonte se acerca y se pueden identificar cimas muy lejanas
El anticiclón que ha estado con nosotros desde el sábado ha permitido que muchos montañeros hayan aprovechado para hacer deporte y disfrutar de estas estampas. Como ha sucedido este martes en el Mendaur (1.131m), la célebre cumbre navarra presidida por la ermita de la Trinidad, que desde su cúspide domina los valles del Bidasoa, Malerreka y Baztan.
En el vídeo principal que acompaña esta pieza, se puede contemplar un arco de 180 grados, desde las cumbres lejanas de Aizkorri y Aralar hasta el macizo de Saioa, en las inmediaciones del puerto de Belate. Ya ven cómo la niebla está incrustada en los valles y sólo hay luz a partir de cierta altura, sobre los 1.000 metros para arriba.
En este segundo vídeo que tienen aquí arriba pueden contemplar el arco desde el Hautza, que limita Navarra con Iparralde, hasta el Saioa con el Pirineo nevado en lontananza. Una bellísima imagen que hace disfrutar a los montañeros. Alimento para el alma.