500 kilómetros de trail en nueve días
Reto solidario. El azkoitiarra Imanol Aleson y Julián Morcillo han recorrido las montañas del Cantábrico por la inclusión de las distintas discapacidades funcionales
pablo sáenz san juan
Jueves, 3 de junio 2021, 06:51
Los corredores de ultra trail Imanol Aleson y Julián Morcillo dan por terminada hoy una hazaña inédita hasta ahora impulsada por la ONG guipuzcoana ... Marea Urdina. ¿El reto? Recorrer 500 kilómetros en nueve días, solos y sin asistencia, para reivindicar la plena inclusión de todas las personas con discapacidades funcionales. El pasado 26 de mayo partieron de Alto Campoo (Cantabria) y esta tarde llegarán a su destino, a Piedrafita Cebreiro (Galicia). Una travesía a través de las montañas del Cantábrico nunca anteriormente completada a la que han denominado 'Trekantabrico Urdina'.
Con la fuerza de la motivación personal, de la reivindicación por la inclusión y el reto de superación, ambos ultrafondistas terminan el recorrido tras nueve jornadas de trail (más de 50 kilómetros diarios), toda una proeza dado que es una ruta planeada para recorrerla en 29 etapas. «Nos levantamos a la mañana, desayunamos, cogemos los bártulos y para las 8.00 horas nos ponemos en marcha y a correr», explica Aleson. Para las 17.30 horas terminan su objetivo diario, con una media de 8 horas y 16 minutos de trail. Entonces se toman su café «bien caliente», comen y se duchan. A las 22.30 horas se acuestan y a descansar.
El azkoitiarra ya protagonizó el año pasado junto con su compañero madrileño el reto del GR11 Urdina, por el que unieron dos mares, el Mediterráneo y el Cantábrico. Este año recorren todo el Cantábrico desde la altura de las montañas. «La otra vez fue por la visibilidad de distintas discapacidades. Esta es por su inclusión en distintos contextos», apunta el corredor de trail.
Nueve mensajes inclusivos
Cada día, al finalizar la etapa, mandan vídeos y fotos a Marea Urdina lanzando mensajes reivindicativos a favor de distintas inclusiones: desde el derecho a jugar, al estudio digno con profesores adaptados, al trabajo para ser independientes, hasta el derecho a la práctica de deporte, entre otras.
A pesar de los imprevistos que surgieron en el camino, Aleson y Morcillo no se han rendido. El azkoitiarra recuerda su séptima etapa, en la que «nos cayó una granizada impresionante. El granizo caía como canicas». También reconoce que «vamos con GPS por si hay confusiones. Alguna vez nos hemos salido del camino pero siempre volvemos. Es complicado avanzar porque no hay un camino original». No obstante, a pesar de los infortunios ambos deportistas no han dejado de correr y seguir hacia adelante, no cuando la causa que les empuja a seguir sumando kilómetros es mayor: «La inclusión de todos en la sociedad».
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