Hamás reúne a los rehenes en tres puntos diferentes de Gaza para liberarlos la próxima madrugada
La milicia quiere poner a los secuestrados bajo la tutela de Israel antes de la llegada de Trump a Jerusalén este lunes y anuncia que a medianoche se reunirá con la Cruz Roja para ultimar la entrega
M. Pérez
Domingo, 12 de octubre 2025, 13:26
Los enviados estadounidenses a Oriente Medio, Steve Witkoff y Jared Kushner, convirtieron la reuniòn sabatina de los israelíes en la plaza de los Rehenes de ... Tel Aviv en un auto de fe sobre el coraje y la perseverancia «Celebramos algo extraordinario, un momento que muchos creían imposible. Sin embargo, aquí estamos, prueba viviente de que cuando la valentía se une a la convicción, los milagros pueden ocurrir», exclamó el empresario amigo de Donald Trump ante una multitud cercana al medio millón de personas. «Ustedes (los rehenes) están volviendo a casa», añadió.
Los discusos se sucedieron durante una larga noche, hasta avanzada la madrugada del domingo. Las familias que durante tantas jornadas han compartido sus miedos y también su enfado con el Gobierno se resistían a marcharse. Muchos israelíes acudieron a la concentración con sus hijos pequeños para que asistieran a un acontecimiento que dijeron es «histórico» y «perdurará en nuestra memoria por generaciones». Una sensación lejana a la pesadumbre y el duelo de cientos de manifestaciones anteriores.
Hamás ha confirmado que veinte rehenes se encuentran con vida. Otros 26 fallecieron durante el cautiverio y existen dudas sobre la posibilidad de que dos de ellos, dados por muertos inicialmente, sigan con vida. Es la demostración de que la milicia islamista causante de la masacre del 7 de octubre de 2023 ha ido perdiendo el control gradualmente sobre el destino de sus cautivos, en manos no solo suyas sino de la Yihad Palestina y otras milicias menores.
Con la mañana, este domingo ha surgido cierta incertidumbre sobre el momento en que se producirá la liberación. Hamás ha anunciado que se encuentra en disposición de entregar a la veintena de cautivos vivos este mismo domingo. No quiere esperar a que Donald Trump llegue el lunes a Israel. La Cruz Roja Internacional se mantiene en alerta y el propio primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha anunciado que Israel está «preparado para recibir a rehenes» de Gaza hoy mismo.
La organización islamista, según la BBC, ha puesto una única condición al Gobierno hebreo: que incluya a dos excomandantes de la milicia de alto perfil condenados a cadena perpetua en la lista de prisioneros a excarcelar tras su negativa inicial.
El comunicado de su oficina es lo suficientemente ambiguo para no concretar más datos. Sin embargo, todo parece indicar que la organización islamista liberará finalmente a los rehenes en tres localidades de la Franja durante la madrugada. El ejército carecía a primera hora de esta tarde de nuevas directrices operativas que indicasen una liberación inmediata, pero sí ha recibido indicios de que todos los secuestrados ya están reunidos en tres emplazamientos diferentes. La organización islamista se reunirá a medianoche con la Cruz Roja para establecer el operativo definitivo. Mientras, intenta que siete exlíderes radicales de su grupo sean incorporados a la lista de presos a excarcelar.
Emoción en la plaza de los Rehenes
La emoción y la ansiedad han embargado a cientos de miles de israelíes esta pasada noche. Si se cumplen los plazos del plan de paz de la Casa Blanca, habrá sido la última vigilia del Shabat para reclamar la libertad de los cautivos de Hamás. Ha sido un acto que se ha repetido semana tras semana desde hace dos años, transformado frecuentemente en una multitudinaria manifestación contra la ineficaz gestion del Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu para conseguir el retorno de los secuestrados.
El malestar era palpable anoche. Cada vez que Witkoff o Kushner aludieron a Netanyahu, la plaza se llenó de abucheos. Todo lo contrario que con el presidente de EE UU. «Encontraremos a los responsables del fracaso, pero lo que es seguro es que este éxito tiene un padre: el presidente Trump», dijo a la multitud Itzik Horn, padre de Eitan Horn, uno de los rehenes que este lunes regresarán con su familia. El orador, de origen argentino, tiene otro hijo, Iar Horn, que fue liberado el pasado mes de febrero con ocasión del anterior y breve alto el fuego. Es consciente de que les queda una «larga rehabilitación» por delante, pero que otros padres sufren un peor desenlace en la «enorme familia» en que se ha convertido la plaza de los Rehenes.
Un nombre muy coreado
El nombre de Trump fue coreado repetidamente durante la noche del sábado mientras Witkoff, Jared Kushner e Ivanka Trump se dieron paso en la tribuna, visiblemente escoltados y rodeados de carteles con sus rostros y banderas estadounidenses.
Jared , yerno del líder republicano, está considerado como uno de los agentes clave en la redacción del plan de paz, gracias esencialmente a sus relaciones con los países árabes y su impulso al ex primer ministro británico Tony Blair, encargado de diseñar una futura autoridad de transición para la Franja. Su mujer, Ivanka, tomó la palabra en representación de su padre, que este lunes desembarca por unas pocas horas en Jerusalén y hablará en el Parlamento hebreo. «El presidente quería que yo compartiera que él los ve, los escucha, y está con ustedes siempre. Siempre», recalcó. «El regreso de cada rehén no es solo un momento de regreso a casa y alivio. Es un triunfo de fe, de valentía y de nuestra humanidad compartida», añadió Ivanka.
Por su parte, el veterano enviado especial a Oriente Medio elogió el papel de Israel por su capacidad para demostrar «al mundo que la paz no es debilidad. Es la máxima expresión de fortaleza», dijo Witkoff, un veterano magnate de raíces judías, hijo del turbocapitalismo imperante en la década de oro de EE UU a finales del siglo pasado. No hubo alusiones a los casi 68.000 civiles muertos en Gaza ni a la hambuna que ha marcado a su población como nunca hasta ahora. Ni a las ciudades destrozadas y los miles de casas reducidas a escombros que aguarda a los supervivientes.
Su discurso, esencialmente, se centró en alabar el «audaz liderazgo de mi amigo y presidente de Estados Unidos«. »Donald J. Trump«, agregó con orgullo, «hizo posible esta obra» y ha unido «a naciones que antes estaban divididas por generaciones de conflicto. Demostró al mundo que la fuerza y la paz van de la mano». Witkoff agradeció también el esfuerzo clave de los países árabes y musulmanes y echó un capote a Benjamín Netanyahu en medio de una ola de silbidos de desaprobación. «Creánme, ha sido una figura muy importante. El primer ministro y su equipo han sacrificado muchísimo por este país».
Con todo, el gran eje de los discursos giró en torno a las familias de los rehenes, a quienes los dos enviados estadounidenses colocaron en el centro de la maquinaria que ha permitido el acuerdo entre Israel y Hamás. «Habéis llevado el peso moral de esta nación», elogió Witkoff. «Vuestro coraje me conmovió de una manera que nunca antes me había conmovido en mi vida. Vuestra valentía ha conmovido al mundo. Nunca habéis permitido que el mundo olvide quiénes son vuestros seres queridos. Los honran y los bendicen».
El principal emisario de la Casa Blanca se dirigió también a quienes han recibido el anuncio de la liberación con lágrimas de profundo dolor porque para sus allegados ya es tarde. «Sus hijos no volverán a casa. Son miembros de un club terrible. Su memoria es una bendición. Su sacrificio jamás será olvidado. Esta paz es su legado», proclamó ante una multitud que ondeaba las banderas amarillas de recuerdo a los ausentes.
En realidad, el intercambio de este lunes será una cuestión de extraordinaria dureza para las familias de los 28 rehenes que murieron en cautiverio. Los equipos se afanan en encontrar los restos de todos ellos para entregárselos a su allegados, aunque sobre el paradero de nueve de ellos hay grandes lagunas. Ruby Chen, padre de un soldado secustrado cuyo cadáver le será devuelto en el intercambio, reconocía a 'Tje Times of Israel' su felicidad por las familias «que abrazarán a sus seres queridos», mientras admitía el enorme golpe que implica «aceptar la realidad de la pérdida de un hijo», como en su casa. «Nunca quisimos ser héroes», declaraba.
Por su parte, Jared Kushner anunció a sus rehenes que se encuentra en Israel para presenciar en directo cómo este lunes regresan, si nada se tuerce a última horas, los 48 cautivos en poder de Hamás desde hace dos años y el «fin de esta pesadilla». El antiguo asesor de la Casa Blanca en Oriente Medio mostró su confianza en que «lo que surgirá de este trauma será un nivel de grandeza» y un nivel de liderazgo que Israel nunca ha visto». Fue él único que tuvo un recuerdo para los gazatíes: «Quiero ver el fin del sufrimiento de la gente de Gaza, quienes, en su mayoría, lo estaban experimentando sin tener la culpa, salvo haber nacido en una situación horrible», subrayó en referencia al control de Hamás en la Franja.
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