El inesperado invitado que posa con Donald Trump en la foto de familia de la cumbre de paz de Gaza: Gianni Infantino
El presidente de la FIFA saluda afectuosamente al presidente de Estados Unidos y aparece en la foto de familia de la cumbre de Sharm el-Sheij junto al resto de líderes mundiales
En medio de la solemnidad y el peso político de la cumbre internacional para refrendar el acuerdo de paz de Gaza, celebrada este lunes en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheij, una figura llamó la atención por su carácter inesperado: Gianni Infantino, presidente de la FIFA. Mientras los líderes de más de treinta países —entre ellos Pedro Sánchez, Emmanuel Macron, Giorgia Meloni o Keir Starmer— intercambiaban saludos con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el máximo dirigente del fútbol mundial se abrió paso en la escena como uno más.
Infantino saludó afectuosamente al mandatario estadounidense, con quien mantiene una relación cercana desde hace años, y ambos posaron sonrientes ante las cámaras. El presidente de la FIFA incluso se unió a la foto de familia y estuvo presente durante el discurso del mandatario estadounidense, junto al resto de líderes mundiales. No era la primera vez que coincidían en un escenario de este tipo. Infantino ya fue invitado a la Casa Blanca durante el primer mandato del republicano, en 2020, para asistir a la firma de los Acuerdos de Abraham, que normalizaron las relaciones entre Israel y varios países árabes.
Desde entonces, el vínculo entre ambos se ha consolidado. De hecho, el dirigente italo-suizo se ha convertido en un habitual en los entornos del magnate republicano desde su victoria en las elecciones de 2024. Ya estuvo presente en la ceremonia de investidura de Trump y en el Mundial de Clubes celebrado en Estados Unidos el pasado verano, donde el presidente ocupó un puesto privilegiado en la entrega del trofeo al Chelsea.
Infantino habla de Trump como su «gran amigo», y recientemente lo calificó como merecedor del Premio Nobel de la Paz «por sus acciones decisivas»
En Davos, el presidente de la FIFA llegó a referirse a Trump como su «gran amigo», y recientemente lo calificó en redes sociales como merecedor del Premio Nobel de la Paz «por sus acciones decisivas». En julio de este año, la FIFA incluso inauguró una oficina representativa en la Trump Tower de Nueva York, y el propio Infantino defendió públicamente que su relación con el mandatario es «crucial para el éxito del Mundial 2026», que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.
La presencia del presidente de la FIFA en una cumbre destinada a consolidar el alto el fuego entre Israel y Hamás ha generado, sin embargo, sorpresa y cierto desconcierto. Entre jefes de Estado y de Gobierno de todo el planeta, la aparición de un dirigente deportivo desentonó por lo inesperada, aunque Infantino parece decidido a proyectar una imagen de actor global, capaz de vincular el deporte con la diplomacia. Su cercanía con Trump refuerza esa ambición y explica, en parte, su presencia en Egipto. El saludo entre ambos en Sharm el-Sheij, más allá de lo anecdótico, encaja en esa estrategia de visibilidad compartida. Trump busca exhibir apoyo internacional en un contexto de tensiones en Oriente Medio, mientras Infantino, cuya organización será el centro de atención mundial en apenas un año, se asegura estar cerca del poder político que más puede favorecer sus intereses.
Expulsión de Israel
Su aparición llega, además, en plena polémica por el papel de Israel en el fútbol internacional, después de que varias federaciones europeas y organizaciones civiles reclamaran la suspensión de sus equipos por la ofensiva militar sobre Gaza. La presión alcanzó también a la UEFA, que en las últimas semanas recibió constantes peticiones para expulsar a Israel de sus torneos. La FIFA, cuyo Consejo se reunió la pasada semana en Zúrich, ni siquiera sometió a votación la posibilidad de excluir a la selección hebrea, que seguirá participando en las competiciones internacionales.
«El fútbol no puede resolver los problemas geopolíticos, pero puede y debe promover el juego en todo el mundo aprovechando sus valores unificadores, educativos, culturales y humanitarios. Nuestros pensamientos están con aquellos que sufren en los numerosos conflictos que existen hoy en día», expresó entonces Infantino.