Nueva Caledonia será un Estado dentro de Francia
Las autoridades de París y los dirigentes del archipiélago alcanzan un acuerdo para reforzar la autonomía de estas islas del Pacífico que requerirá una reforma de la Constitución gala
Los representantes unionistas de Nueva Caledonia lo han calificado de «histórico». Quizás el uso de este adjetivo tan recurrente resulta exagerado, pero sí que se ... trata de un acuerdo relevante. Las autoridades francesas y los dirigentes del archipiélago del Pacífico han pactado este sábado un refuerzo considerable de la autonomía de estas islas, colonizadas en 1853 y que se encuentran a más de 16.000 kilómetros de París. El pacto es fruto de diez días de reuniones en la capital gala, y tras una última noche de negociaciones que no culminaron hasta las seis de la madrugada. Básicamente, comportará el reconocimiento de la existencia de la nación neocaledonia y convertirá ese territorio en un Estado no independiente.
«Hemos firmado el acuerdo para que Nueva Caledonia siga formando parte de Francia», ha destacado Nicolas Metzdorf, diputado no independentista del archipiélago. «Ya no habrá más referéndums salvo para validar este acuerdo», ha añadido. En este territorio, situado a unos 2.000 kilómetros al este de Australia, se celebraron tres consultas sobre su independencia entre 2018 y 2021, en que siempre ganó el 'no' a una secesión. La última de esas votaciones fue boicoteada por los partidos independentistas y eso dejó un resquemor, que cristalizó en mayo de 2024 con una revuelta violenta en la que murieron 14 personas.
Con el pacto preliminar de este sábado, las autoridades francesas confían en pasar página definitivamente de la crisis del año pasado. Para ello, deberán lograr su ratificación y el camino se augura arduo. Comportará, de hecho, una reforma de la Constitución gala. El calendario acordado prevé que se efectúe en otoño de este año, pero no está nada claro que entonces siga el actual Gobierno de François Bayrou, sobre el cual planea la amenaza de una moción de censura exitosa durante el debate presupuestario, que empezará en octubre.
«Una decisión inteligente»
«Lo más difícil empieza a partir de ahora, porque tanto los partidos unionistas como los independentistas han asumido riesgos y ahora deben convencer» a los habitantes del archipiélago, ha reconocido el ministro de Ultramar, Manuel Valls. Este pacto representa el primer éxito del candidato en 2019 a la alcaldía de Barcelona tras su reincorporación en diciembre al Ejecutivo galo. Aunque convierte a Nueva Caledonia en el territorio con una mayor autonomía dentro de la centralista República francesa, los representantes independentistas lo han acogido con menor entusiasmo que los unionistas. Y lo han descrito como «una decisión inteligente (…) más allá de las posturas y las posiciones de cada uno».
Esta comportará, asimismo, una reforma del censo electoral en Nueva Caledonia, asunto muy sensible que ya fue el desencadenante de la revuelta del año pasado. De hecho, reducirá el peso político de la población autóctona de los canacos, a cambio de dar el derecho a voto en los comicios locales a ciudadanos que viven allí desde hace más de quince años. Lejos de sus respectivas zonas de confort, los actores implicados en este dosier espinoso han avanzado hacia la reconciliación.
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