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La América conservadora de Trump despide a Charlie Kirk como a un héroe: «Lo veo como un mártir de Cristo»
Los asistentes, muchos aferrados a sus biblias, rinden tributo en el estadio de Glendale bajo estrictas medidas de seguridad al líder derechista asesinado
El estadio de fútbol de Glendale, en Arizona, se convirtió ayer en el acorazado y nutrido escenario desde el que miles de personas, con Donald ... Trump a la cabeza, dieron su último adiós a Charlie Kirk, el líder ultraconservador asesinado de un tiro en el cuello el pasado día 10 durante un mitin en la Universidad de Utah. El funeral, que contó con una amplia representación de miembros del Gobierno estadounidense, aliados prominentes del movimiento MAGA y diferentes figuras públicas como el fundador de Tesla, Elon Musk, se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad dada la presencia del presidente y la actual convulsión política. La envergadura del homenaje lo convirtió para muchos medios estadounidenses en una especie de «funeral de Estado».
Trump puso el broche final al acto con un discurso ante la multitud, de cerca de 100.000 personas, en el que lamentó la pérdida de Kirk, a quien se refirió como «una de las figuras más brillantes de nuestra época». «Un gigante de su generación -prosiguió tras la mampara blindada que protegía el atril de los intervinientes- y, sobre todo, un devoto esposo, padre, hijo, cristiano y patriota».
Al grito de «USA», los presentes habían reaccionado enfervorecidos cuando el mandatario apareció a su llegada al estadio en las pantallas gigantes, sentado en su palco, a gran altura y también cubierto por un cristal protector. «Era realmente un gran hombre», había remarcado al poner rumbo desde la Casa Blanca al funeral de su amigo, conocido por sus críticas a transexuales, musulmanes y migrantes. El magnate relacionó el asesinato del líder del grupo juvenil ultraconservador Turning Point USA, de 31 años, con el extremismo de la izquierda radical, a la que ha prometido desmantelar.
«Estamos celebrando la vida de un gran hombre, realmente un gran hombre. Éste es un día muy duro»
El servicio conmemorativo, que recibió la máxima calificación de seguridad del Gobierno y conllevó un amplio despliegue de policías, se convirtió en un auténtico baño de masas. El estadio de Glendale, con capacidad para más de 73.000 personas, estaba a reventar. Ante tal afluencia, los organizadores tuvieron que habilitar un espacio adicional en un recinto deportivo cercano para que pudieran despedirse de Kirk sus fieles seguidores, llegados de diferentes partes del país y que hicieron colas durante horas, algunos incluso desde antes del amanecer.
En la ceremonia tomó la palabra el vicepresidente JD Vance, amigo personal del fallecido. Otro de los discursos más esperados era el de la viuda de Kirk, Erika, quien fue elegida directora ejecutiva de Turning Point la semana pasada y ha prometido seguir la hoja de ruta de su difunto marido y padre de sus dos hijas. También le dedicaron emotivas palabras desde el estrado el secretario de Estado, Marco Rubio; el responsable de Defensa, Pete Hegseth; el de Salud, Robert Kennedy; la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard; Donald Trump Jr y el comentarista conservador Tucker Carlson.
«Martirizado»
Muchos de los asistentes lucían prendas con los colores rojo, blanco y azul de la bandera estadounidense o gorras con el icónico eslogan de Trump 'Make America Great Again' (Hagamos grande de nuevo a Estados Unidos). «Lo veo como un mártir de Cristo, sin duda», decía emocionada Mónica Mirelez, una tejana de 44 años que condujo 12 horas para asistir al solemne servicio. Las imágenes y sonidos del culto, con algunos de los presentes aferrados a la Biblia, fueron los grandes protagonistas de las actuaciones musicales y los primeros discursos, presididos bajo un retrato a gran escala de Kirk.
Fue una despedida con todos los honores para el joven activista que logró movilizar en la campaña presidencial de 2024 a cientos de jóvenes votantes a la causa de Trump. El firme aliado del movimiento MAGA que construyó una gran base de seguidores gracias a su hábil uso de las redes sociales, programas de radio y las visitas a campus universitarios como el que le costó la vida en Utah.
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