Una transformación que depende también de todos nosotros
GK Green Fashion pone el foco en la necesidad de diseñar una industria textil que tenga un impacto positivo
I. Belastegui
Viernes, 27 de octubre 2023
GK Green Fashion, el pionero clúster de moda sostenible, celebró el jueves su octava jornada de moda sostenible y lo hizo centrándose en la necesidad de diseñar una industria textil que tenga un impacto positivo. Tuvo lugar en DV Gunea, donde más de 150 asistentes escucharon a referentes en la materia.
Fue José Ignacio Asensio, diputado foral de Sostenibilidad, quien abrió la mañana. Lo hizo recordando que «podemos decir con garantía que en Gipuzkoa llevamos camino recorrido en la circularización de la industria textil», lo que hace a este sector estar bien situado a la hora de implantar las nuevas medidas que exige Europa. Eso sí, lanzó un mensaje que, en el transcurso de la mañana, se pudo tomar como una conclusión también: «Si de verdad queremos cambiar las cosas, debemos comenzar a hablar de un impacto positivo. Ya no solo basta con no contaminar».
Tras él, llegó el momento de la ponencia inaugural, de la mano de María Rincón Liévana. La jefa de equipo para Economía Circular en la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea intervino desde Bruselas para presentar las medidas que esta entidad está llevando a cabo.
Entre otras muchas, habló de una que afecta a industria, organizaciones y también cada uno de nosotros: «Debemos iniciar un cambio de pensamiento en los consumidores, inculcarles el 'piensa primero y compra después', para que el producto textil, a su vez, gane valor».
La primera mesa de diálogo se centró en una de las grandes medidas que quiere poner la Unión Europea en marcha, como es el pasaporte digital de producto, una cuestión muy ligada a la trazabilidad. Tomaron parte Sandra Bravo, asociada y responsable del Área de Derecho de Moda y Estilo de Vida de Contiac Abogados; Mikel Lezo, fundador y director de SKFK; y Carolina Blázquez, directora de innovación y sostenibilidad de Ecoalf. Mientras que la primera consideró que este pasaporte «va a ser una herramienta muy valiosa para demostrar con quién se trabaja y para agilizar procesos con las autoridades o gestiones en aduanas» y que «todas las empresas van a poder competir en las mismas condiciones», los otros dos ponentes, representantes de dos firmas que llevan tiempo preocupándose por la sostenibilidad, se mostraron más escépticos.
Se mira con escepticismo al pasaporte digital, pero se puede afirmar que hay muchas empresas con parte del camino recorrido
Lezo incidió en que «la trazabilidad exige un trabajo enorme, pero también un conocimiento de la cadena que muchas veces las empresas no tienen» y aludió a la responsabilidad del consumidor, ya que «con nuestras compras tenemos mucho poder porque con ellas construimos el mundo». Blázquez se alineó con él, denunció que las empresas que más se han preocupado por esta cuestión son hoy perjudicadas, reclamó ayudas para las pymes y reflexionó: «No se incide en los modelos de negocio: es ahí donde debe estar el impacto positivo. Debemos ir hacia una doble contabilidad en la que se tenga en cuenta ese impacto social o ambiental».
Nuevos materiales
Tras la pausa para el café, llegó el turno de Gema Gómez, directora ejecutiva de Slow Fashion Next, y Claudia Sánchez, gestora de proyectos de SBN Clima, autoras de 'Estudio de materias regenerativas'. Ambas desgranaron este estudio, destacando el valor del lino y la lana latxa, exponiendo las fortalezas («en Gipuzkoa lo tenéis todo para hacerlo bien», señaló Goméz) y debilidades, y expusieron 39 recomendaciones para el impulso de la moda y textil regenerativo en nuestro territorio.
En cuanto a las conclusiones del estudio, Gómez enfatizó en que, si queremos cuidar nuestromedioambiente «y seguir viendo así de verde el monte Ulia dentro de diez años, hay que ponerse manos a la obra y no hablo de administraciones o empresas, sino de todos nosotros» porque nuestro modelo de compra es decisivo.
La segunda y última mesa de diálogo estuvo formada por Elena Contreras, coordinadora de Sostenibilidad y Materiales Avanzados del Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja; Edu Uribesalgo, director de Innovación y Sostenibilidad de Ternua Group; y Chloé Salmon Legagneur, directora de CETIA, plataforma de innovación dedicada a la reciclabilidad de artículos textiles y de piel.
La mesa se centró en los materiales alternativos y sostenibles para la industria textil y del calzado. Legagneur cree que «vamos por el buen camino, porque todo en la industria está listo para el cambio y generar soluciones inteligentes» y sorprendió contando que Francia incentiva, asumiendo parte del gasto, la reparación de calzado y prendas de ropa para que duren más.
Uribesalgo dejó claro que en Ternua Group, donde «a veces hemos sido demasiado valientes, no entendemos otra forma de producir que la del compromiso con el medioambiente», pese a que, «aunque sea triste, hacerlo mal es más barato que hacerlo bien». Contreras expuso que «prácticamente se puede introducir cualquier residuo en la suela sin que esta pierda propiedades». Los dos enumeraron ejemplos de cómo han aprovechado residuos de sus respectivos entornos, desde cáscaras de nueces en temporadas de txotx al hollejo de la uva en las bodegas riojanas, para transformarlos en materiales sostenibles.
La jornada finalizó con la sensación de que la industria está preparada para asumir unos retos para los que la ciudadanía también debe mentalizarse.