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La actriz Cristina Castaño, Alejandra Osborne o la modelo Mar Flores han copado todos los flashes en la esperada vuelta de Roberto Diz a la Mercedes Benz Fashion Week Madrid. En una oda al variado universo femenino, el creador andaluz ha sorprendido con una ruptura respecto a la línea creativa de anteriores colecciones, huyendo de la «tiranía» de la industria de la moda. «Estoy muy satisfecho con el resultado. He vuelto a la pasarela tras dos años fuera del circuito debido a la pandemia y he querido sorprender con diseños basados en la sostenibilidad, la reutilización, la sensibilidad y la diversidad», ha subrayado Roberto tras la presentación oficial de sus propuestas. Además, Diz ha recalcado la necesidad de «humanizar el sector de la moda, creando para mujeres de todo tipo de edades, cuerpos y estaturas».
Una vez superada su vuelta a la Semana de la Moda madrileña, el gallego también se ha mostrado muy ilusionado con su desembarco en el San Sebastián Moda Festival, de la mano de una retrospectiva que tendrá lugar el próximo 5 de mayo en el majestuoso Museo Balenciaga. «Es un sueño que se me haya presentado la posibilidad de exhibir mis creaciones en la casa del Maestro. Estoy a disposición de la organización para desarrollar un viaje a través del pasado, presente y futuro de mi marca. Espero sorprender, aunque por ahora no puedo adelantar nada. A partir de la semana que viene, empezaré a trabajar duro en la construcción del 'show'», ha desvelado.
Volviendo a lo presentado por Roberto Diz en Ifema, la colección para el próximo otoño-invierno 2022/2023 está inspirada en el misterio de Lauren Bacall, y en la cada vez más delgada línea entre lo femenino y lo masculino. Así, el director creativo se acerca a un estilo más cercano al momento que estamos viviendo con guiños al «cansancio» provocado por la incipiente invasión de Rusia a Ucrania y al nuevo tipo de sociedad post Coronavirus.
Por primera vez, la mujer «Roberto Diz» -sin abandonar la feminidad-, se adentra en un mundo más amplio de edades y tallas que se ven reflejadas a través de líneas fluidas, mangas que se alargan hasta el infinito y vestidos envolventes que aseguran la comodidad de la mujer. Abandona así su estilo más estructurado y sexy con la utilización del neopreno, sólo apto para algunas mujeres.
Además, la gama cromática de esta colección es más que variada. Desde el mostaza, fucsia, verde botella y azul marino; hasta estampados animales y ligeros toques de neón con claros guiños futuristas. Sobre gustos no hay nada escrito.
Consciente de la problemática medioambiental, Roberto Diz también aboga por reciclar por vez primera tejidos y piezas de antiguas colecciones, mezclándolas con prendas rescatadas de otros armarios. Los espectaculares diseños florales del artista Benjamin Bulnes -colaborador habitual de diseñador-, creados en glaspa, ofrecen una visión optimista del caótico mundo en el que vivimos.
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