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Yasmina Hernández
Miércoles, 5 de marzo 2025, 06:35
«Me defino como una artista visual», explica Cruz Larrañeta, exdirectora creativa. Aunque actualmente esté centrada en el mundo de las exposiciones sobre fotografía antigua, encontrando, restaurando y dando color a las imágenes en el Photomuseum de Zarautz, en el Aquarium de San Sebastián o en Lugaritz Kultur Etxea, tiene una amplia trayectoria en el sector de la moda.
En su juventud, lo que más le gustaba era dibujar y pintar, por lo que se sacó el título de Figurinista de moda. En este ámbito, existen dos firmas referentes que le inspiraron: Armani, por su simpleza y elegancia; y Chanel, por su vida y logros. «Me leía toda biografía que encontraba sobre grandes modistos y sobre la cultura que hay alrededor de la moda», reconoce la artista. La música fue (y es, también) una de sus pasiones y fuentes de inspiración. Además, tiene una profunda fascinación por las revistas italianas, así como por Vogue o Marie Claire, conocidas por sus impresionantes editoriales y reportajes fotográficos.
Otro de los motivos que le impulsaron a adentrarse en el mundo de la moda fue el gran interés que suscitó en la Pasarela Cibeles (actualmente Mercedes-Benz Fashion Week Madrid) en la que participó durante un par de años. «Como 'freelance' era muy difícil subsistir, y eso que en los 80 se vivieron buenos momentos en el mundo de la moda», resalta Cruz Larrañeta. De tal manera que trabajó en tres empresas de Donostia y Tolosa como diseñadora, y visitó Milán y París para nutrirse de las nuevas tendencias, ojear textiles y llegar con la maleta llena de piezas que le inspiraran a crear otras.
Participó en desfiles celebrados en Donostia, Pamplona o Madrid, y quedó finalista en un par de concursos. Por citar uno de esos casos, el 5 de noviembre de 1987, en el Museo San Telmo, tuvo lugar la 'V Gala de la Moda'. A ella se presentaron colecciones finalistas del concurso de diseño 'Arte para Vestir 87' dotado con 1.500.000 pesetas. Cruz Larrañeta presentó su colección de hombre 'Second Generation' y 'Solo niños'.
Además, una de las piezas de las que se encuentra especialmente orgullosa es la realizada con tela vaquera, proporcionada por la empresa textil Algodonera San Antonio de Bergara, proveedor del algodón 'denim' para Levi´s 501. «A cada diseñador, en esa edición, nos dieron unos cuantos metros de tela vaquera y con ella creamos una pequeña colección que luego se mostró en pasarela». Tenían que confeccionar la ropa, los complementos, los zapatos e incluso pensar en la música. «Cuando saltaron a la pasarela las modelos con todo en su sitio y dando vida a lo que había salido de un lápiz y un papel, fue muy emocionante», recuerda con nostalgia Cruz Larrañeta.
En 1987 se cumplió el cincuentenario de la llegada de Cristobal Balenciaga al mundo de la alta costura parisina, y por ello, el Ayuntamiento de su villa natal, Getaria, quiso rendirle un homenaje internacional dividido en tres bloques. Por una lado, una exposición que permaneció abierta durante dos meses en el Palacio de Miramar exhibiéndose alrededor de 200 creaciones delmodisto. Por otro lado, unas conferencias en el Ayuntamiento de Getaria; y por último, los desfiles que se dieron entre los días 5 y 7 de noviembre de aquel año.
Cruz Larrañeta guarda con mucho cariño el irrepetible homenaje que se le hizo a Balenciaga, ya que participó en él como diseñadora, un hito que a pesar de su retiro recuerda como si fuera ayer. «Fue una experiencia inolvidable en todos los sentidos», concluye la artista retirada.
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