Víctimas en Euskadi denuncian que el espacio judicial es «hostil, desconocido y complejo»

En una sesión de escucha con doce víctimas estas indicaron la necesidad de implantar una mayor especialización en los órganos judiciales, más empatía por parte de los profesionales y que estos tengan más conocimiento en la materia. Reclamaron asimismo más coordinación entre todos los organismos.

Las mujeres reivindican que no son víctimas, sino «supervivientes», piden que se les escuche y aseguran que sus problemas no se resuelven con una orden de alejamiento.

Respecto a las necesidades que se encuentran durante el proceso judicial, coinciden en que reciben un «trato irrespetuoso» y que el espacio judicial es «hostil, desconocido y complejo» para ellas. Situaciones como confrontaciones con el agresor son habituales, tal y como afirman algunos profesionales que se encargan de la atención a las víctimas. «El objetivo tiene que ser que no coincidan con sus maltratadores, pero eso muchas veces no se cumple. Por cómo están diseñados los juzgados, pueden coincidir en cualquier parte». En ese sentido, las víctimas denuncian que son ellas las que son privadas de la libertad deambulatoria.

Otro de los problemas es el excesivo tiempo de espera en las sedes judiciales, cuando ponen una denuncia o tienen que ir a juicio, frente al poco que tienen para declarar. «Algunos juzgados citan todos los juicios a la misma hora, con lo que eso supone», aseguran. Además, lamentan tener que repetir hasta cinco veces el relato de los hechos.