Un vecino de Mutriku, rumbo a la 'Marcha Global a Gaza': «Vamos a Rafah para que se abra el paso y entre la ayuda humanitaria»
El enfermero Alberto Villarreal se une a la movilización porque «no se trata solo de ser solidarios, se trata de ser humanos y se están violando los derechos de muchas personas»
Mutrikuarra de nacimiento y enfermero por vocación, Alberto Villarreal es uno de los casi cincuenta cooperantes vascos que se unirán este viernes a la 'Marcha ... Global a Gaza' que partirá desde El Cairo y reunirá a miles de personas. El objetivo: alcanzar el paso fronterizo de Rafah, en la frontera entre Egipto y la Franja de Gaza, para denunciar el bloqueo impuesto por Israel y reclamar la apertura inmediata de la vía de entrada a la ayuda humanitaria.
La movilización, que reunirá a unas 3.500 personas de 52 nacionalidades diferentes y recorrerá 50 kilómetros desde la ciudad egipcia de Al-Arish hasta el paso fronterizo de Rafah, pretende alzar la voz en favor del pueblo gazatí. Minutos antes de subirse al avión que le llevará hasta El Cairo Villarreal atiende a DV y reconoce que los «nervios» están ahí, más aún tras lo ocurrido hace apenas dos días, cuando el ejército israelí asaltó el barco Madleen en aguas internacionales, a unos 200 kilómetros de la costa de Gaza.
«En tierra tendremos dificultades, pero, sea como sea, nosotros lo vamos a intentar de una forma o de otra. La marcha es completamente pacífica, no vamos a poner en riesgo a nadie, pero lo vamos a intentar por todos los medios. Se están violando los derechos humanos y esta marcha que, realmente es apolítica y no tiene ninguna ideología, es necesaria para denunciar lo que está ocurriendo. No podemos permitir que esto le salga gratis a Israel. Está exterminando a la población palestina, y esto viene mucho antes del 6 de octubre. Están matando con bombas pero también de hambre y enfermedades a la población», afirma con determinación. Villarreal destaca que la prioridad es lograr que se abra la frontera, lo que permitiría iniciar una negociación con las autoridades egipcias e israelíes para facilitar el paso de ayuda humanitaria, suministros médicos y productos básicos que actualmente están bloqueados.
La situación en la frontera de Rafah es crítica: más de 3.000 camiones cargados de alimentos y medicinas siguen retenidos mientras «miles de personas mueren de hambre al otro lado», denuncia el cooperante. La delegación vasca tiene previsto llegar esta noche a la capital egipcia y desplazarse hasta Al-Arish, donde comenzará la caminata hacia Rafah el viernes. Allí, los manifestantes acamparán junto a los camiones de ayuda durante varios días, esperando que se levanten las restricciones. El regreso a El Cairo está previsto para el próximo día 19.
No es la primera vez que Villarreal se involucra en este tipo de misiones. Ha trabajado anteriormente en Cisjordania, también el campo de refugiados de Jericó y en diferentes casas de acogida para mujeres. Solidario por naturaleza, no puede aceptar que «la ayuda médica esté siendo bloqueada de forma sistemática. Gaza se ha convertido en una prisión donde el sufrimiento es ya insoportable», afirma.
Aunque es consciente de la tensión creciente en la zona, confía en que no se repitan episodios como el asalto al barco Madleen. «En tierra es diferente. Tiene que ser Egipto quien no nos deje pasar, no Israel», explica.
Para Villarreal, el sentido último de esta movilización va más allá de la solidaridad: «No se trata solo de ser solidarios, se trata de ser humanos. Esta marcha es un grito al mundo para decir que no vamos a tolerar ni el silencio ni la indiferencia».
La Diputación condena el ataque a la sede de Médicos del Mundo en Gaza
El Departamento de Cooperación de la Diputación Foral de Gipuzkoa ha manifestado su «más firme condena al ataque producido el día de ayer contra una oficina de la organización Médicos del Mundo en Deir El Balah, en la Franja de Gaza».
El edificio, que se encontraba debidamente identificado y registrado ante las autoridades israelíes como espacio humanitario protegido fue bombardeado por drones, causando la muerte de ocho personas civiles, entre ellas cuatro menores, un adolescente y tres adultos.
Desde este Departamento han querido «trasladar nuestra solidaridad con las víctimas y sus familias». Este ataque, añade la diputada Goizane Álvarez, «representa una grave violación del Derecho Internacional Humanitario y vulnera los principios fundamentales que rigen la labor de las organizaciones humanitarias en contextos de conflicto».
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