Una variante para dar continuidad al Topo entre Altza y Galtzaraborda
El proyecto, que prevé una inversión de 72 millones e incluye una estación soterrada en Antxo, está acabado pero guardado en un cajón desde hace años
El único fotomontaje que los vecinos de Pasai Antxo han visto sobre la nueva estación del Topo genera ilusión. La lógica expectativa por ... ver hecho realidad un proyecto culminado sobre el papel hace años, pero que no termina de arrancar sobre el terreno. De momento, sigue sin más horizonte que el que, política y presupuestariamente, se despeje una vez finalizada la pasante ferroviaria de Donostia, hito previsto para 2022. Pero, pese a esa incertidumbre temporal, en el Departamento de Infraestructuras mantienen el proyecto como uno de los 'debes' necesarios para mejorar no solo el servicio en toda la línea, sino para permitir que la estación de Altza emerja y deje atrás su 'destierro' y para unificar un distrito partido en dos por una frontera ferroviaria.
El objetivo de esta obra, estimada en 72,1 millones de euros y que tendría un plazo de ejecución de tres años largos, es desdoblar el actual trazado y construir una nueva conexión desde Altza hasta Galtzaraborda, en Errenteria, en la que se incluye una nueva estación subterránea en Pasaia. Esa que los vecinos vieron dibujada sobre el papel, detrás de la parroquia de San Fermín, pero no saben cuándo podrán estrenar.
Cuando eso suceda, además, esta variante de doble vía que transcurrirá en túnel sustituirá a la actual vía única que enlaza Herrera con Pasaia y que limita el tráfico de trenes. Es decir, en el futuro, todos los topos circularán por las estaciones de Herrera-Altza-Pasaia-Galtzaraborda, o en sentido opuesto.
El proyecto permanece a la espera de que llegue su turno de ejecución, pero la parte técnica está terminada. Según consta en el proyecto que en su día se remitió al Parlamento Vasco, el trazado se divide en dos tramos, el primero entre Altza y la estación de Pasaia, y el segundo, desde allí hasta Galtzaraborda, una de las dos estaciones que Euskotren tiene en Errenteria.
Según el detalle técnico, los 934 metros que todavía discurren por término municipal de San Sebastián arrancarán en la conexión con el túnel de línea del tramo Herrera-Altza. Ese ramal, por el que ahora los trenes solo pueden 'subir y bajar' y que por tanto deja a la estación altzatarra fuera del circuito y con servicios específicos y menos frecuentes, dejará de ser un fondo de saco. La línea de Euskotren avanzará desde Altza hacia Pasaia bajo tierra, en doble vía. La variante desembocará en la calle Eskalantegi, límite entre los dos municipios y donde se abrirá la cavidad para construir la futura estación de Pasaia.
Esta nueva infraestructura es un histórico anhelo de los residentes en Antxo, que no solo ganarían en superficie el espacio que ahora ocupa y divide el distrito de oeste a este, sino que gozarían de más movilidad al eliminarse la barrera que supone la infraestructura, soportarían menos ruido y los vecinos que han convivido siempre con el tren junto a sus ventanas se olvidarían definitivamente de él. La estación subterránea está proyectada a unos metros, en paralelo, en la trasera de la plaza Viteri, junto a la parroquia de San Fermín.
El acceso al vestíbulo de la estación tendrá una imagen exterior que debe servir «como aviso y reclamo» para el futuro usuario, y debe «incorporarse» al entorno urbano a modo de mobiliario. Se pretende «una circulación fluida y lo más directa posible», explican desde el Departamento. El estudio técnico ya detalla incluso qué tipo de materiales se utilizarán para el acceso, las paredes o el pavimento, incluso para los pasamanos, que serán de acero inoxidable. Y «la iluminación, en torno a los 40 lux, evitará contrastes y deslumbramientos».
Los datos
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72,1 millones de euros Es el coste estimado para la obra civil de esta variante, que tardaría en ejecutarse 40 meses. El trazado se divide en dos tramos de túnel de doble vía, de 934 metros el primero entre Altza y Pasaia; y 724 el segundo, entre Pasaia y Galtzaraborda.
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La estación Subterránea. Se ubicará en la trasera de la parroquia situada en la plaza Viteri. Consta de vestíbulo, con acceso a los andenes. Se elimina la barrera ferroviaria actual.
En la práctica, desde la calle se tendrá acceso al vestíbulo, situado junto a la calle Eskalantegi, mediante escaleras mecánicas, y desde ahí los viajeros comunicarán con el nivel de andenes. El edificio contará con accesos para personas con movilidad reducida, mediante un sistema de «rampas de pendiente reducida hasta llegar al ascensor que comunica con el vestíbulo». Y una vez allí, otros dos ascensores, uno en cada sentido de circulación, conectará ese nivel con el de las vías. El aspecto puede imaginarse a través de la sección que aparece en el fotomontaje que se incluye junto a esta información. En perpendicular al túnel de línea que acoge el tráfico ferroviario, se construirán una galería de ventilación y otra peatonal para salida de emergencia.
Camino a Errenteria
Este será el cambio más sustancial para los usuarios de la estación de Pasaia, que junto con los de Altza, serán dos de los núcleos urbanos más beneficiados por un proyecto que lleva años guardado en el cajón del Departamento de Infraestructuras, del actual y de los anteriores, y que no termina de sustanciarse.
Una vez superada la estación soterrada, el Topo seguirá en túnel, bajo la Variante de Pasaia y el ferrocarril de Cercanías de Renfe de la línea San Sebastián-Irun, hacia Errenteria. El proyecto contempla que este segundo tramo, de 724 metros de longitud, desemboque en el barrio de Alaberga, «en la vaguada por la que discurre el trazado actual» de la línea ferroviaria de Renfe. Y allí entronca con la línea actual de Euskotren y la estación de Galtzaraborda, que en este proyecto no contempla cambios.
La estación subterránea eliminará la frontera ferroviaria que ahora divide el distrito de Antxo
La obra tardará 40 meses en ejecutarse y se divide en dos tramos con un total de 1.658 metros de túnel
El proyecto carece de presupuesto y de fecha de ejecución, no antes de que acabe el 'metro'
La variante ferroviaria de Pasaia, como se podría denominar a este nuevo trazado, solucionaría por tanto uno de los déficits que sigue teniendo la vía de Euskotren para contemplar ese servicio de metrización que busca el Departamento, con mayores frecuencias de tren, conexiones diversas en función de los usuarios de cada estación y para, en definitiva, propiciar el trasvase de usuarios de la carretera al transporte público, en concreto, al ferroviario. El presupuesto estimado del proyecto es de 72,1 millones para «la obra civil», detalla el documento, y el plazo de ejecución rondaría los 40 meses.
Reuniones
Además del proyecto técnico, ya concluido tras algunas modificaciones respecto del original, el Departamento mantuvo alguna reunión con el Ayuntamiento de Pasaia para hablar sobre el soterramiento del Topo en la localidad.
Durante la legislatura que encara su última etapa, la consejera Arantxa Tapia ha informado en alguna ocasión al Parlamento sobre la situación de este proyecto y sobre alguno de los encuentros mantenidos con el consistorio pasaitarra. Pero de la misma forma, ha asumido que esta obra, que en ningún caso está previsto hacer antes de que concluya la de la variante donostiarra, sigue sin plazos ni presupuesto adjudicados. Tampoco para 2020. Quizás en la próxima legislatura, que comenzará el próximo año y se extenderá hasta 2024, este sea el proyecto ferroviario estrella, con el 'metro' y el TAV ya en marcha.
El intercambiador de Riberas que aparece y desaparece
En la agenda de proyectos ferroviarios del Gobierno Vasco, la Diputación y el Ministerio de Fomento reaparece de vez en cuando en los puestos destacados el intercambiador de Riberas de Loiola, la infraestructura donde pretenden confluir las líneas de Euskotren y de Renfe, que incluirá en el futuro la llegada de los convoyes de alta velocidad-.
Varias negociaciones presupuestarias entre los Ejecutivos central y vasco han incorporado esta infraestructura en el listado de inversiones, e incluso algún proyecto de Cuentas públicas ha incluido partidas para darle un impulso. Pero de momento, todo sigue también sobre el papel. El Gobierno Vasco consignó el pasado abril 9,3 millones de euros a través de créditos de compromiso para financiar el tercio que le corresponde e impulsar el convenio interinstitucional necesario para activar definitivamente la estación. En su plan económico, el Departamento repartió la dotación en 300.000 euros en 2019, 700.000 este año, 5,3 millones en 2021 (supuestamente fecha del inicio de la obra) y otros 3,3 para terminarla en 2022.
También la Diputación foral incluye el intercambiador como objetivo de legislatura, pero sin dotación. Y habrá que ver si Fomento, la tercera parte involucrada, retoma el plan cuando se forme el nuevo Gobierno. El impulso definitivo llegará con la firma de un convenio a tres, a partir del cuál se concretaría el proyecto técnico -ya hay un borrador dibujado-, se ajustaría el presupuesto estimado en unos 28 millones de euros y se aproximarían los plazos para que esta infraestructura sirviera de conexión ferroviaria entre los dos operadores.
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