El temporal de olas pierde fuerza en Gipuzkoa

Los municipios se han replegado unos metros para evitar el ataque del mar. La defensa ha consistido en cerrar los paseos más expuestos y tapiar puertas y accesos de los locales a pie de Cantábrico, como en el Malecón de Zarautz o en los voladizos de La Concha. La carretera de la costa N-634 entre Zarautz y Zumaia ha permanecido cerrada por precaución durante la pleamar de la tarde, ya que suele ser el lugar preferido de las olas para desplegar su ataque. El Departamento de Seguridad la ha reabierto pasadas las siete de la tarde, una vez pasado el mayor riesgo. Tras 48 horas de asedio, el litoral todavía debe permanecer unas horas más bajo vigilancia, aunque el aviso naranja se rebaja a amarillo desde las nueve de la mañana, tras la pleamar, que era el momento más crítico. Este miércoles, regresa la tranquilidad. Una pena ahora que se conoce el balance del temporal: más belleza que daños.

Increíble resultado para el oleaje que ha levantado en las últimas horas el Cantábrico. Será la costumbre de verse en peligro. Según Euskalmet, la altura significativa de la ola -la media del tercio de olas más altas- ha sido de 5,6 metros en la boya Donostia, a 16 millas de la costa. En el puerto de Pasaia, el registro se ha quedado en 4,6 metros. Una ola ha llegado a saltar por encima de los 9 metros, mar adentro. Puertos del Estado ha ofrecido sus datos relativos a la boya Bilbao en el golfo de Bizkaia, donde la altura de ola significante ha sido de 7,03 metros.

En Getxo, el impacto ha sido mayor. El fuerte oleaje ha provocado este martes importantes materiales en alrededor de 18 metros del murete del paseo de Ereaga, frente al restaurante La Ola. En Gipuzkoa, los servicios de limpieza han tenido que reforzar las zonas más expuestas, pero no ha habido que lamentar daños significativos.

La responsable de este temporal de mar es la tormenta 'Ciara' que no ha impactado con tal fiereza en la península como lo ha hecho en el norte de Europa, con un balance de seis muertos. Margarita Martin, desde la delegación vasca de Aemet, explicaba que las olas de viento que se han generado en el Atlántico norte han recorrido mucha distancia, y «cuanto más recorrido hacen, más energía cogen y más altura».

Por suerte al Cantábrico ya han llegado más cansadas, y solo con un «tren de olas y no varios», lo que ha contribuido a suavizar el impacto en la costa. La previsión para hoy es que los paseos vuelvan a reabrirse a partir de las nueve de la mañana, cuando se desactiva el aviso naranja, pero se continúa bajo precaución.

La previsión de Euskalmet es que el miércoles levantará por la tarde. De madrugada y por la mañana todavía se producirán algunas precipitaciones débiles y dispersas, más probables en la vertiente cantábrica, pero a medida que avance la mañana irán remitiendo. La nubosidad también tenderá a romperse hacia el mediodía y se abrirán claros por la tarde. Viento del nordeste, que irá girando por la tarde a este y por la noche a sur-sureste. Temperaturas sin cambios importantes.

El jueves se esperan ligeros cambios en el tiempo de la mañana a la tarde. Durante la primera mitad del día viento del sur-suroeste y ambiente templado, con alternancia de nubes y claros. Por la tarde el viento girará a oeste-noroeste y las nubes estarán más presentes, sobre todo en la mitad norte, donde no se descartan lloviznas dispersas, además, tenderá a refrescar. Se recuperarán las temperaturas diurnas.