La adjudicación del tercer hilo del TAV entre Irun y Astigarraga encarrila la obra en Gipuzkoa a su final

El Ministerio, encabezado ahora por Raquel Sánchez Jiménez, ha dado luz verde a este contrato que desbloquea de forma definitiva la obra del TAV en Gipuzkoa, el territorio vasco que antes, en 2025, tendrá terminada la plataforma de la nueva red ferroviaria para que circulen los trenes de alta velocidad. El nuevo contrato, según ha podido confirmar este periódico, tiene un plazo de ejecución de 34 meses, que comenzará a contar cuando se formalice el inicio de las obras, posiblemente a finales de este año o comienzos del próximo. El presupuesto de adjudicación es de 52.983.848 millones, con IVA, un 14% menos que el presupuesto de licitación, de 61,2 millones sin IVA.

El proyecto prevé implantar el ancho mixto (UIC) que necesitan los trenes de alta velocidad en el trazado comprendido entre Astigarraga e Irun, y adaptar todas las instalaciones necesarias en ese tramo para la correcta circulación en el futuro tanto de las líneas convencionales de Cercanías y Larga Distancia como para el TAV, mientras se garantiza además la prestación del servicio de viajeros y de mercancías.

Durante los próximos tres años, la nueva UTE debe finalizar la obra de adaptación del túnel de Gaintxurizketa, donde en 2018 se atascó la obra por la entrada en concurso de acreedores de la empresa Coprosa. Allí sigue parte de la máquina tuneladora que la ejecutaba, y la restricción en el servicio ferroviario a causa de la supresión de uno de los dos carriles de circulación.

Los adjudicatarios deben ahora reorganizar el trabajo, para decidir por dónde comienzan esta segunda fase, en la que quedan aún por adaptar los túneles de Capuchinos y Loiola, estructuras metálicas, pasos elevados y las estaciones del recorrido, sin incluir la de Donostia cuya obra se ejecuta en otro contrato.

Adif divide el desarrollo de los trabajos en tres tramos diferenciados: la estación de Hernani, donde se remodelarán las vías para incluir un apartado de trenes de mercancías, la implantación del tercer carril (o hilo) desde el enlace de la nueva plataforma hasta la entrada a la estación de Atotxa, y desde allí hasta la estación de Irun.

Este tramo, que va a ser financiado por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation, es el único en Gipuzkoa donde el tren de alta velocidad aprovechará la actual vía convencional. Y aunque cuando comenzó su adaptación hace más de cuatro años se esperaba que fuera el primero en estar listo, para que incluso los trenes pudieran llegar desde Francia hasta San Sebastián antes de que se inaugurara la Y vasca, el importante contratiempo con la adjudicataria desbarató los planes. Ahora, la obra para culminar la nueva red de alta velocidad en Gipuzkoa está adjudicada o en marcha, con el horizonte final de 2025.

«El Gobierno sigue cumpliendo sus compromisos en la construcción de la infraestructura», con la adjudicación de este proyecto que permite la entrada del TAV a San Sebastián y su continuidad hasta la frontera, se felicitó el delegado del Gobierno en Euskadi. Denis Itxaso remarcó que la obra «del TAV entra en su recta final» con esta obra, que se suma a los otros tramos en ejecución por parte del Gobierno Vasco, la estación de Atotxa, el de Hernani-Astigarraga (donde entroncan la nueva vía con la convencional), la futura estación de Irun y el apeadero de Ezkio.