Los supermercados garantizan el abastecimiento, pero con menos oferta
Pese a «algunas incidencias en el aprovisionamiento», insisten en que «no hace falta hacer acopio»
Los diferentes supermercados y las tiendas de alimentación insisten en que «no hace falta hacer compra de acopio». El abastecimiento está «garantizado, pero la diversidad de marcas es menor». Así lo aseguran desde Eroski, donde admiten que «algunos proveedores no han podido hacer llegar sus productos», por lo que «puede faltar algún producto de una marca en concreto, sobre todo los secos, pero no hay desabastecimiento de una categoría». ¿Qué significa eso? Basta con acercarse al supermercado del barrio para entenderlo. Donde antes había una gran variedad de pan de molde, ahora quizá toque elegir entre menos marcas, o coger unas galletas porque las de siempre no están. Por eso, desde las grandes superficies piden «tranquilidad» y no ser demasiado selectivos en la compra.
Entre los productos más afectados por esta huelga está la leche. Hace días que resulta muy difícil encontrar marcas provenientes de Galicia y Asturias, mientras que las propias aún se encuentran en las estanterías. «No va a haber desabastecimiento», insisten desde Eroski, «solo falta de referencias en un momento puntual». En uno de sus supermercados de San Sebastián ayer se veían huecos vacíos en los estantes de las tortitas de maíz, el agua embotellada, la pasta, las legumbres, el arroz e incluso productos de primera necesidad como las compresas.
Sin azúcar blanco
La situación es similar en la mayoría de establecimientos, que han visto reducida su oferta en apenas dos semanas. Una clienta que se acercó en busca de azúcar blanco al Super Amara del Centro de Donostia se fue sin la compra porque «no está llegando», según le dijo una de las dependientas. «Se acabó la semana pasada». Otros establecimientos como el Lidl de Hernani también llevan días con una menor variedad, que se aprecia sobre todo en la leche, pero también en las galletas, el pan rallado o las harinas.
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Desde la patronal han pedido en repetidas ocasiones que se detenga el paro. Durante los primeros días de la protesta calcularon unas pérdidas de más de 600 millones de euros al sector primario, industria y distribución alimentaria en el Estado, además de los 1.000 puestos de trabajo que se han puesto en riesgo.
Fuentes de distribución aseguran que hacen «un gran esfuerzo» para que el consumidor pueda llenar su carro. Hasta ayer era posible, pero si la huelga se prolonga en el tiempo la situación no va a hacer más que empeorar.
