Sorprendidos cuatro jóvenes, dos de ellos de Ordizia, haciendo trampas en el teórico de conducir
Portaban dispositivos electrónicos entre la ropa para chivarse las respuestas del examen. No podrán presentarse a las pruebas en seis meses y deberán abonar una multa de 500 euros cada uno
Lo tenían todo organizado y preparado para aprobar, con trampas, el examen teórico del carnet de conducir. Pero no se salieron con la suya y ... además les va a salir caro. Cuatro jóvenes, dos ordiziarras y dos vizcaínos, fueron sorprendidos 'in fraganti' portando diferentes dispositivos electrónicos ocultos entre su vestimenta durante los exámenes celebrados en Bilbao el pasado mes de septiembre. Cada uno de ellos ha sido sancionado con 500 euros de multa y no podrán volver a presentarse a los exámenes en seis meses.
Según ha informado el Ministerio del Interior, Guardias Civiles del Grupo de Información de la Comandancia de Bizkaia sorprendieron en distintos días a los cuatro miembros de este grupo con artilugios electrónicos dispuestos para engañar al examinador. Para ello habían ideado un variado 'modus operandi' en el que los cuatro se intercambiaban los roles de 'chivatos' y estudiantes, según han explicado a DV fuentes de la investigación.
En uno de los casos, el dispositivo estaba preparado para que la persona que lo portaba y que se estaba examinando enfocase con la cámara la pantalla del ordenador donde aparecían las preguntas del test. La cámara, conectada mediante wifi y una aplicación al móvil, transmitía las imágenes para que un cómplice que se encontraba en el exterior pudiese ver las preguntas y así poder ir facilitando las respuestas. El examinado recibía la información a través de un sistema de audio –pinganillo- que llevaba alojado en el oído. También disponía de un micrófono para garantizar la recepción de las respuestas en caso de fallo de la cámara.
En otros dos de los engaños, los jóvenes utilizaron además de la cámara del móvil oculta en un agujero de la camisa ubicado en el esternón, un inductor bluetooth que simulaba una tarjeta de crédito que constituía un terminal móvil independiente. Éste incorporaba una batería recargable con duración de 3 a 5 horas de conversación. La tarjeta, que incorporaba un IMEI, recibía una llamada desde el exterior al número asociado a la misma y se activaba automáticamente con el auricular que portaba el examinado.
En el tercer caso, el joven estudiante portaba un emisor inalámbrico en el interior del bolsillo de la cazadora, quedando perfectamente oculto debido a su pequeño tamaño. Una vez instalada la aplicación en el teléfono móvil se vinculaban todos los dispositivos, el emisor y el pinganillo, y posteriormente el examinado transmitía las preguntas a otra persona que se encontraba fuera y éste a su vez le hacía llegar las respuestas.
Según explican las mismas fuentes, los cuatro jóvenes no podrán volverse a presentar al examen de conducir en un plazo de seis meses y recibirán una multa de 500 euros cada uno.
Aprobar el teórico del carnet de conducir es obligatorio para realizar las prácticas y después examinarse para obtener el permiso. Tras este caso, desde la Jefatura Provincial de Tráfico de Bizkaia y la Guardia Civil han puesto en valor que descubriendo estas tramas, «garantizan que las carreteras haya conductores seguros».
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