«No solo se trata de salvar al planeta, sino a nosotros mismos»
El naturalista y explorador Nacho Dean ofrecerá este sábado una charla en las jornadas Bioterra, en Ficoba
Más allá de los datos y las previsiones científicas, el naturalista y explorador Nacho Dean ha visto con sus propios ojos los efectos del ... cambio climático en el planeta. Lo ha hecho hablando con las gentes de todos los países que ha visitado, que no han sido pocos. Ha visto cómo los inuits llevan sus casas tierra adentro ante el avance imparable del mar, y el sufrimiento de ganaderos y agricultores, ha visto mares llenos de plástico, playas repletas de basura, la Amazonia deforestada. Dar la vuelta al mundo caminando da para mucho.
Entre 2013 y 2016, Nacho Dean recorrió a pie cuatro continentes y 31 países. Fueron 33.000 kilómetros en solitario, sin asistencia e ininterrumpidos para documentar el cambio climático. En 2018 emprendió una nueva aventura y durante un año unió a nado los cinco continentes para lanzar un mensaje de conservación de los océanos. En septiembre de 2022 zarpó desde San Sebastián en un velero con el que navegó durante diez meses alrededor de la península ibérica. La campaña, llamada 'La España azul', sirvió para realizar un mapa sobre la contaminación de plástico en nuestras costas.
Realidad negativa
Dean hablará el próximo sábado a las 18.15 horas sobre sus experiencias en la nueva edición de Bioterra, que mañana abrirá sus puertas en Ficoba, en Irun. Hablará de lo que ha aprendido. «Son muchos años caminando en condiciones límite y te conoces a ti mismo, tus límites y el potencial que tienes». Y también de lo desaprendido. «Te das cuenta de que las cosas pueden ser de muchas maneras diferentes, que hay muchas culturas y religiones en el mundo».
Pero sobre todo hablará de su última expedición científica. Los datos recopilados en 'La España azul' revelan «un resultado negativo». «La realidad que hay sobre la mesa es que tanto los ecosistemas marinos como las playas y desembocaduras de ríos contienen macrobasuras marinas, plásticos y microplásticos. Estamos hablando no solo de ciudades costeras o desembocaduras, sino también de áreas marinas protegidas y parques naturales. Esto ha sido muy llamativo».
La buena noticia es que «parece que la opinión pública, los gobiernos y las empresas están cada vez más concienciados» a la hora de luchar contra el cambio climático. El problema, sin embargo, es que «los procesos de la naturaleza no se pueden revertir de un día para otro. Para Dean «hay que correr más, pero es difícil hacerlo de modo que no sea drástico porque supone un cambio de hábitos y estilos de vida y consumo».
Quizá sea complicado, pero es necesario, aunque solo sea «por egoísmo de especie, de salvarnos a nosotros mismos», porque «el planeta seguirá girando» cuando no estemos, afirma el naturalista. «Tenemos que darnos cuenta de que es nuestra supervivencia, de que no solo se trata de salvar al planeta».
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