Renfe

Siete horas para venir en tren de Valladolid a Donostia

Posibles respuestas:

a) el averiado.

b) el retrasado.

c) ninguno de los dos.

d) el retrasado termina llegando a la estación de origen.

Para ser precisos, tal vez habría que añadir una quinta solución, que sería que la 'c' y la 'd' son válidas, y que el viaje termina siendo «una locura» de prácticamente siete horas, dos horas y media más de lo previsto. Es lo que sucedió a los usuarios de Renfe que ayer al mediodía partieron de Valladolid con rumbo a Donostia. El problema fue una avería en el tren. Pero no en el suyo, sino en el que realizaba el trayecto inverso, que también acumuló su correspondiente demora, aunque solo de una hora y diez minutos, prácticamente la mitad que el resto. «No es lógico que un tren sufra una avería y que obliguen a los pasajeros de otro tren a bajarnos para que los del averiado puedan seguir el viaje», se quejaba una mujer que debía haber arribado a Donostia a las 16.34 horas y lo hizo pasadas las 19.00.

El problema se originó en el tren MD 18012 Donostia-Madrid de las 11.22 horas, que tiene estimada la hora de llegada a la estación de Príncipe Pío sobre las 18.55 horas. Son siete horas y 33 minutos de trayecto, por lo que este modelo no es tan habitual para ir de Gipuzkoa a la capital madrileña, ya que el Alvia y el Intercity cuestan similar (desde 49,15 euros) pero tardan unas cinco horas. El caso es que, según informó Renfe, este ferrocarril sufrió «una incidencia técnica en los equipos de tracción», que le obligaba a pasar por el taller. Por ello, sus pasajeros fueron apeados en Briviesca, donde aguardaron al tren homólogo que realizaba el recorrido inverso. Como quedaba bastante menos a Donostia que a Madrid, se optó por esta solución salomónica que molestó a los que venían a Gipuzkoa.

Esta unidad (MD 18061) ya empezó mal el día. Partía de Madrid a las 9.07 horas y en Valladolid se le incorporaban los pasajeros que salieron de Chamartín a las 10.15 en el Avant 08109, que tenía una única parada en Segovia y hacía transbordo en Pucela. Y en lugar de arrancar de allí a las 11.50, lo hizo «una hora más tarde, casi a la una», explica una pasajera.

El viaje llevaba este retraso cuando, a la altura de Briviesca –luego para en localidades como Miranda de Ebro, Vitoria, Altsasu, Legazpi, Zumarraga, Beasain, Tolosa, Hernani...–, «nos han dicho que otro tren se había estropeado y que debíamos bajarnos. Según nos hemos bajado nosotros, se han subido los del otro tren, y han seguido su viaje».

El pasaje apeado, formado por «unas treinta personas», aguardó en el andén a que Renfe habilitara otra unidad en la que continuar hasta Gipuzkoa. «A los 40 minutos o así ha venido un tren de mala muerte, bastante peor que el que veníamos, y nos hemos subido». En la operación ya acumulaban más de dos horas de retraso. «Ahora mismo pasamos por Miranda», precisaba esta pasajera a las 16.32, cuando el tren debía haber transitado por ahí a las 14.18. Al final, llegaron a Donostia pasadas las 19.05 horas, con dos horas y media de retraso, lo que permite a los viajeros reclamar reembolso del billete. «Te prometo que no voy a perder más tiempo en ir a la ventanilla», aseguraba la viajera.