La Semana Santa se salva en zonas rurales pero pincha en las ciudades
Los agroturismos de Gipuzkoa igualan datos de 2019, mientras que los establecimientos en entornos urbanos apenas salvan los muebles
Tras un año de pandemia, y muchos meses de mascarilla obligatoria no es de extrañar que en estos días festivos hayan triunfado los entornos naturales. Lo hicieron el pasado verano y lo han vuelto a hacer esta Semana Santa. Más aún cuando el tiempo primaveral ha permitido disfrutar de una hora más de sol al aire libre, se puede prescindir del protector respiratorio si se mantiene la distancia y cuando las quedadas para encontrar varias mesas de cuatro personas en una terraza se antojaba complicado en las zonas urbanas. No es que estos días los vascos no hayamos visitado las ciudades. Lo hemos hecho, pero en excursiones de día. Ahora bien, si la intención era dormir fuera de casa, los alojamientos rurales han ganado por goleada, seguidos de los apartamentos turísticos –puede que ambos alzados por reservas para seguir en grupos la final de la Copa–, y por último, hoteles y pensiones, que han registrado el peor de los datos de ocupación de los distintos tipos de alojamiento, muy alejados del 'lleno' al que estaban habituados en la era pre-covid.
Las casas rurales y los agroturismos, asociados a Nekatur, han registrado de jueves a lunes una ocupación media en el conjunto de Euskadi del 88%, una cifra similar a la que obtuvieron en 2019, últimos datos disponibles, dado que el año pasado la Semana Santa se vivió en pleno confinamiento domiciliario.
En el caso concreto de Gipuzkoa, los datos son ligeramente inferiores, aunque igualmente positivos. En estos cinco días se han ocupado el 85% de las plazas, tres puntos porcentuales menos que hace dos años. Bizkaia, por su parte, empata en estos registros, con una ocupación del 88%, y el territorio histórico que despega es el alavés que ha pasado de tener un 84% de ocupación en 2019 a un 96% este año. Para Idoia Ezkurdia, responsable de Nekatur, la valoración no puede ser otra que «muy positiva, teniendo en cuenta que igualamos o nos acercamos mucho a datos anteriores a la pandemia».
En la misma línea van las sensaciones de los propietarios de viviendas de uso turístico. El presidente de Aparture, asociación que aglutina a estos alojamientos, Asier Pereda, revela que «se han cumplido los mejores pronósticos. Salvo contadas excepciones, las reservas no se han cancelado y por tanto, el balance que hacemos es bueno», comenta en referencia a las viviendas de uso turístico de Donostia.
A su juicio, «lo más positivo», es que ese 62% de ocupación media alcanzado en los cinco días, con picos del 70% las noches del viernes y del sábado, se ha obtenido gracias a un cliente procedente de Euskadi, en el 80% de los casos. «Somos alojamientos turísticos acostumbrados a trabajar con público eminentemente internacional y ha sido una Semana Santa especial y diferente. Hemos vivido y trabajado en euskera y tanto por la empatía con los clientes como por el cuidado de las viviendas, el balance ha sido excelente», remarca.
Pereda reconoce que el hecho de que la final de la Copa entre la Real Sociedad y el Athletic se celebrara el sábado ha influido inevitablemente en las reservas. «Ha sido el pretexto para prolongar su estancia, ha redondeado el plan para venir a Donostia», comenta. «La gente necesita desconectar, ha tocado el fútbol pero sin el fútbol, con el tiempo que hace, muchos hubieran prolongado su estancia de igual manera».
Según los datos del departamento de alojamiento de Hostelería Gipuzkoa, su responsable Alberto Aguas coincide con sus compañeros de sector e indica otro dato. El precio medio por noche ha bajado un 40% respecto a 2019.
Caída de reservas en Pascua
La Semana Santa siempre se ha caracterizado por ser una época vacacional en la que las reservas se realizan en el último momento, una dinámica cada vez más habitual desde hace un lustro, y por ese motivo, hoteles y pensiones ubicados en Donostia y otros municipios guipuzcoanos no se atrevían a hacer un balance hasta pasados los días, a la espera de que un repunte en el último momento, pudiera mejorar las previsiones iniciales.
Elena Estomba, presidenta de Hoteles de Gipuzkoa y directora del hotel de Londres estima en un 46% la ocupación media entre los alojamientos hoteleros que han permanecido abiertos. Ante la sucesión de cierres perimetrales que se veían venir, desde el pasado octubre, algo menos de la mitad de los hoteles y pensiones del territorio optaron por cerrar de manera provisional. Algunos de ellos han vuelto a abrir estos días, pero hoy echarán de nuevo el cierre. «Las ocupaciones vuelven a caer al 10-15%» en la semana de Pascua, indica Estomba, quien se muestra «muy preocupada por la lentitud de las reservas de verano». «Si no se agiliza el ritmo de vacunación, la viabilidad de algunas empresas hoteleras va a ser muy complicada». Augura cifras de ocupación del 50% como máximo, repitiendo registros de 2020.