Santiago Romero, juez: «Los juicios se demoran tanto que los testigos se olvidan de lo que vieron»
El magistrado denuncia la sobrecarga de trabajo en los juzgados y solicita «más inversión y voluntad política»
En la mesa del despacho de Santiago Romero, juez decano de San Sebastián, se apilan varios montones de carpetas llenas de papeles. «Los expedientes se ... acumulan porque los asuntos no dejan de entrar», comenta resignado. Solicita «más inversión y voluntad política» para solucionar el atasco de los juzgados.
– Actualmente, ¿en qué jurisdicción está habiendo más incremento de la litigiosidad?
– Claramente, en dos. En penal y en civil. En civil por las cláusulas bancarias en las hipotecas, que provocan que el juzgado número 8 de San Sebastián esté literalmente desbordado. Y en materia penal, por el incremento de la criminalidad, principalmente los delitos contra el patrimonio. Sobre todo, robos.
– La tasa de congestión ha aumentado desde 2019 un 28% en Gipuzkoa. ¿Por qué no se consigue reducirla?
– España es de los países con una ratio de jueces menor en la Unión Europea. Tenemos menos jueces y tenemos más asuntos que resolver. Por un lado, están ciertos grupos reducidos de inmigrantes que vienen y que están dando muchos problemas en San Sebastián. Por otro lado, los problemas con la banca deberían solucionarse legislativamente y no por la vía judicial. Por tanto, esas ratios de congestión obedecen a que ya no damos más de sí.
– ¿Qué consecuencias tiene la demora en un procedimiento?
– Hay un perjuicio irreparable para las personas que tienen derecho a que sus pretensiones se ventilen en un tiempo razonable. Los juicios se demoran tanto que los testigos se olvidan de qué es lo que han visto. Es un factor humano, el paso del tiempo hace que la persona se olvide de lo que ha visto.
– ¿El ciudadano tiene que acostumbrarse a tener que esperar por un procedimiento?
– Lamentablemente, sí. Hacemos todo lo que está en nuestras manos para tratar de resolver cualquier asunto en el menor tiempo posible. Pero es que no damos más de sí. Hay un cansancio, un hastío, hasta bajas por depresión, bajas por el estrés laboral de los jueces.
«Hay personas que llegan a acumular hasta quince condenas y tanta reincidencia congestiona los juzgados»
– ¿Cuál podría ser la solución a esta situación?
– El problema de la menor ratio de jueces por habitante en España es histórico, no de ahora. Se debe a que no hay vocación de dotación de unidades judiciales por parte de quien tiene la competencia. Los gobiernos central y vasco y el Consejo General del Poder Judicial son los competentes para crear más plazas de jueces. Es una cuestión exclusivamente de inversión y de querer solucionar el problema.
– ¿Perciben mucha reincidencia en los delitos penales?
– Hay mucha reincidencia, y tenemos un sistema penal que concede no una, sino dos, tres, cuatro y hasta cinco oportunidades en aras de la reinserción social. De ahí viene el hecho de que la gente vea cómo una persona que es detenida y condenada por cometer un delito sale por el juzgado y no entra en prisión. Obedece a que el sistema penal busca dar oportunidades a la gente para que se pueda reinsertar en el sistema. ¿Qué ocurre? Pues que estos individuos, en un periodo de uno o dos años, pueden llegar a acumular diez o hasta quince condenas penales diferentes. Y cuando finalmente se sobrepasa ese límite es cuando acaban por ingresar en prisión. Pero mientras tanto, durante ese periodo de tiempo, han cometido ya varios delitos y han sido condenados en repetidas ocasiones.
– ¿Qué consecuencias tiene en la saturación de los juzgados?
– La principal consecuencia que genera tanta reincidencia es que los juzgados se congestionan y se colapsan. Por tanto, las guardias que se realizan en los juzgados de instrucción de San Sebastián son interminables, eternas, y generan una gran cantidad de problemas para los magistrados que se tienen que hacer cargo de ellas. Además, también provoca retrasos en la ejecución penal y colapsos en el sistema penitenciario.
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