«El reto de Cruz Roja este año es la soledad, mucha gente está sola y es un problema»
Tras 34 años de labor como voluntario, el zumarragarra coge las riendas de la asociación, que cada vez más centra el foco en las necesidades sociales, que van «a más»
José Luis Peña releva en la presidencia de la organización a la eibarresa Sonia Archeli, con quien había venido ejerciendo como vicepresidente. El zumarragarra resalta ... la figura del voluntariado y masa social para poder lidiar con las necesidades derivadas de la pandemia y la situación de pobreza energética que viven «muchas familias».
- ¿En qué situación coge las riendas de Cruz Roja Gipuzkoa?
- La Cruz Roja, gracias a Dios, está viva, con ganas de seguir estando cerca de las personas, que es nuestro lema y nuestro fin. Somos una institución arraigada en Gipuzkoa, con un pilar fundamental en nuestros 3.000 voluntarios y casi 20.000 socios, aparte de posibles aportaciones de instituciones, empresas y particulares.
- ¿No sufren crisis de voluntariado como otras entidades?
- Efectivamente, en estos momentos la búsqueda de voluntariado no es nada fácil en la vida asociativa. A nosotros, gracias a Dios, nos van entrando voluntarios y voluntarias, aunque también se nos van jubilando. Lo que ha variado es el perfil: antes era sobre todo ambulanciero, pero ahora el tema social tiene más peso que el sanitario. Y luego está nuestro movimiento juvenil, importante para tener cantera.
- ¿Qué retos tiene por delante?
- Aumentar el número de socios y voluntarios para poder hacer frente a todos los desafíos que nos vienen. Estamos hablando de que en 2022 hemos atendido a casi 20.000 personas y hemos ofrecido respuestas a 72.000. En Navidad repartimos juguetes a 1.994 niños y niñas, cuando un año antes estuvimos en 1.800. Por un lado son datos preocupantes, aunque también satisfactorios en el sentido de que podemos hacer frente a esta necesidad.
- Mucha gente es guipuzcoana.
- Sin duda. Antes había una clase media o intermedia, pero en estos momentos si ganas 1.200 euros, que es sueldo muy habitual, igual no llegas a fin de mes pagando un alquiler de 700. Y luego me preocupa un colectivo.
- ¿Cuál?
- Uno muy callado, resignado y luchador: el de los viudos y sobre todo las viudas, que muchas vienen de jubilaciones anticipadas de sus maridos y se quedan con una pequeña pensión. Son personas a las que les da palo ir a pedir ayuda en servicios sociales, se resignan, aguantan y llegan a final de mes, incluso alguna da de comer a sus hijos. Y ya no es solo la necesidad económica, sino de acompañamiento. El reto de 2023 para Cruz Roja es la soledad, mucha gente pasa muchos días sola, y es un problema.
- ¿Qué programas les ofrecen?
- Actividades y labor de acompañamiento, ya sea al médico, al banco, o simplemente hablar. Y algo que no está en un manual, ofrecemos calidez humana, cercanía.
Las claves
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Perfil de usuario «La línea que separa el riesgo de vulnerabilidad ahora es mucho más fina, y todos podemos ser descabalgados»
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Pobreza energética «Pagamos facturas, damos talleres de cómo consumir menos... Intentamos que estas personas no pierdan el tren de la sociedad»
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Futuro «Tenemos un pilar de 3.000 voluntarios y casi 20.000 socios, y debemos crecer para afrontar los desafíos que nos vienen»
- La pandemia dejó a muchas familias tocadas, luego se ha sumado la crisis energética... ¿Ha variado el perfil de usuario?
- Antes sí podía haber cuatro o cinco perfiles muy definidos, pero ahora no. Se ha quedado descabalgada gente de todas las edades: un inmigrante al que le cuesta legalizarse, una viuda o una familia de hosteleros que se arruinó con la pandemia. También hay más familias monoparentales, más personas mayores... La necesidad no tiene nombre ni apellidos, sino situaciones. La línea que separa el riesgo de vulnerabilidad es mucho más fina, puede ser que hayas perdido el trabajo o te hayas separado, y de pronto te embargan. Ante esto, intentamos dar una respuesta integral, como la pobreza energética.
- Explíquese.
- Empezamos pagando facturas gracias a una colaboración con el Gobierno Vasco y seguimos haciéndolo, pero también cambiamos bombillas de bajo consumo, damos talleres sobre cómo ahorrar costes, hemos comprado edredones para que la gente pueda ahorrar un poco... Y luego intentamos que esta gente no pierda el tren de la sociedad, porque se puede pasar fácil a la marginalidad, y luego cuesta salir.
- Cruz Roja ha ido retrocediendo en servicios que se han ido privatizando como las ambulancias, las playas...
- En el tema ambulanciero, entre otras cosas, pesa el tiempo de formación exigido, aunque seguimos con la labor preventiva. Dentro de la emergencia, destacaría nuestras cuatro bases de salvamento marítimo y la escuela de formación marítima, que es un referente a nivel nacional. De los hospitales, mantenemos el de Irun. Aunque tendemos más a una labor social, mantenemos nuestra gran capacidad de movilización en situaciones de emergencia, como se vio en la pandemia, que en 24 horas estábamos repartiendo comida en todo el territorio a través de nuestras 16 asambleas locales. Y quiero apuntar que Cruz Roja actúa con un grupo de técnicos profesionales y un grupo de voluntarios profesionales no asalariados: porque se puede ser profesional en dar cariño y cercanía sin cobrar.
Casi 20.000 personas atendidas y 72.000 respuestas en 2022
Casi 20.000 personas recibieron algún tipo de atención por parte de Cruz Roja Gipuzkoa el pasado año. Algunas de ellas son receptoras de distintos programas. El más numeroso (12.670) refiere a la Inclusión social, al que siguen Salud (7.638), Educación (5.459), Empleo (1.371) y Medio ambiente (67). En total, fueron 72.244 las respuestas ofrecidas desde la organización. Las más demandadas (57,6%) correspondieron a Inclusión Social, Salud (16,3%) y Educación (15,2). Además, Cruz Roja gestiona el centro de acogida a migrantes en tránsito de Irun, por donde pasaron 6.200 personas africanas, la gran mayoría hombres.
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