Las intensas precipitaciones complican la circulación en las carreteras de Gipuzkoa
En la jornada de este sábado se registraron una docena de accidentes de chapa, además de retenciones de hasta 4 kilómetros en el peaje de Zarautz
Después de que Gipuzkoa haya pasado una semana sumergida en una ola de calor sofocante, en las últimas horas han tomado el relevo las fuertes precipitaciones. Y llega, además, en unas fechas no demasiado deseadas, teniendo en cuenta que miles de guipuzcoanos se echan a las carreteras para iniciar o poner fin a sus vacaciones.
El último aviso se desactivó sobre las tres de la tarde de este sábado, pero eso no significaba que las precipitaciones fueran a detenerse. De hecho, según Aemet, entre las 00.00 y las 20.00 horas, el aeropuerto de San Sebastián recogió 46,3 litros de agua por metro cuadrado, mientras que el Observatorio de Igeldo sumó 39,7. Las cantidades más importantes de Gipuzkoa. Euskalmet recogió en Behobia 36,5.
Las autoridades de Tráfico y los paneles informativos apelan al mismo mensaje con relativa frecuencia, si se conduce con lluvia conviene moderar la velocidad y extremar las precauciones. Más aún si se sabe que la densidad de tráfico será algo más elevada de lo habitual y que las balsas de agua en algunos tramos pueden jugar una mala pasada. Pero pese a que muchos conductores tienen interiorizado el mensaje, eso no evitó que los servicios de emergencias tuvieran que intervenir en una docena de accidentes (en su mayoría de chapa), un par de desprendimientos y la caída de algún que otro árbol. Por suerte, no hubo que lamentar daños graves.
Los siniestros sucedieron en la AP-8 en Astigarraga; en la misma carretera a la altura de Usurbil; en la N-634 en Deba; en la GI-631 a la altura de Azkoitia; otro par de colisiones en la GI-636 a la altura de Irun; y otros tres en Donostia, dos en la variante y otro en la rotonda de Contadores. En total, nueve personas tuvieron que ser trasladadas a los hospitales de San Sebastián, Mendaro, Zumarraga e Irun, pero según fuentes consultadas, ninguno revestía gravedad.
Además de las pequeñas colisiones, la lluvia y una presencia de vehículos en las carreteras superior a la habitual, se convierten en los ingredientes perfectos para que los medidores de retenciones empiecen a contar. El peaje de Zarautz fue el que mayores colas registró. Sin llegar a ser una cifra alarmante, fue sobre el mediodía cuando se alcanzó el pico máximo de la jornada, 4 kilómetros de retenciones en sentido Bilbao.
Más suerte tuvieron aquellos que quisieron cruzar el peaje de Irun, también en sentido a Bizkaia. Se registraron solo, y por la manaña, varios kilómetros de cola, y eso que este fin de semana y el próximo son, según Bidegi, los que mayor tránsito de vehículos soportarán en dicho punto de la AP-8 en todo el año. No obstante, para primera hora de la tarde ya estaba resuelto. Asimismo, la AP-1 a la altura de Armiñon en sentido Madrid registró hasta cinco kilómetros de retenciones y se activó la alerta de «tráfico denso» en el enlace de la N-622 con la A-1, también en sentido Madrid.
Este es el primer 'round' al que deben enfrentarse los peajes del territorio este verano. El segundo, llegará a partir del miércoles con otra de las fechas marcadas en rojo en el calendario, el día de San Ignacio, festivo en Gipuzkoa, y final de mes.
Concretamente, y según Bidegi, se espera que pasen por ambos sentidos de las cabinas de la ciudad fronteriza alrededor de 221.000 vehículos entre el 31 de julio y el 3 de agosto. Y para facilitar el tráfico y que se produzcan las menores retenciones posibles, la agencia guipuzcoana de carreteras habilitará, como este sábado, todas las cabinas de peaje tanto en Irun como en Zarautz.
Afecciones en Renfe
Las fuertes lluvias provocaron además que un árbol se desplomara sobre la catenaria de Renfe en un tramo ubicado entre San Sebastián y Pasaia. El incidente obligó a suspender cinco horas la circulación de los trenes de cercanías entre la capital guipuzcoana e Irun, pero no hubo que lamentar daños. Según informó la compañía en las redes sociales, mientras se restablecía la situación, se puso a disposición de los usuarios un servicio de autobuses entre San Sebastián y la ciudad fronteriza, con paradas en Lezo y Pasaia. La circulación recuperó la normalidad pasadas las 18.30 horas.
Las lluvias fueron también responsables de que otro árbol, «vacío y hueco», según los vecinos, se derrumbara en plena Alameda de Errenteria. Por suerte la localidad ya había finalizado las Magdalenas y el paseo se encontraba prácticamente vacío.
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