Renuncia sin saberlo a una VPO de alquiler
Vivienda corrige a instancias del Ararteko la baja en Etxebide de una madre y sus tres hijas en Gipuzkoa que se quedaron sin casa y sin inscripción por una notificación deficiente
El caso se repite. Esta vez, porque la Administración no descolgó el teléfono. Una mujer guipuzcoana y sus tres hijas, dos menores de edad, ... se quedaron sin una vivienda social porque no recibieron la notificación escrita enviada desde Vivienda y el servicio de Etxebide entendió que rechazaban la adjudicación y, por ende, les dio de baja en el registro. La historia, que ya se repitió hace un tiempo con otra solicitante donostiarra que se quedó sin piso porque su buzón se había estropeado y nadie le remitió un email, ha vuelto a poner en entredicho el sistema de comunicación desde el Departamento a los solicitantes de vivienda, y potenciales adjudicatarios. En este caso, la intermediación del Ararteko, que exige «mayor diligencia» al Ejecutivo en sus notificaciones, ha llevado a Etxebide rectificar la baja, pero no devuelve a esta familia monoparental en situación vulnerable ni los dos años de reclamaciones ni la vivienda que perdieron.
Según explica la resolución del defensor del pueblo vasco, a la que ha atendido de forma positiva el Departamento de Iñaki Arriola, el caso se remonta a 2018. Entonces la demandante se inscribió en Etxebide desde los servicios sociales de su municipio en Gipuzkoa y facilitó como dirección de contacto la de dicho servicio, dada «su difícil situación» en ese momento, en el que no tenía «estabilidad de una alternativa habitacional». Es decir, carecía de domicilio fijo. En la documentación requerida, adjuntó igualmente su número de teléfono y otros datos personales.
El problema llega cuando la solicitante se entera de que la delegación territorial de Vivienda de Gipuzkoa dio de baja su inscripción en Etxebide al entender que había renunciado a la adjudicación de una vivienda de protección en régimen de alquiler, decisión de la que no era consciente. El Departamento le comunicó la noticia por una carta certificada que nunca llegó a recibir, y la publicó en el boletín oficial, pero la interesada nunca supo de ella ni por tanto pudo renunciar al piso.
Tras presentar una reclamación en la oficina territorial, que se reafirmó en su decisión de darle de baja en Etxebide, y recurrir ante el viceconsejero de Vivienda -que desestimó la alegación el 1 de marzo de 2019-, la perjudicada se dirigió al Ararteko para pedir su intermediación.
Tras estudiar el caso, el defensor del pueblo dio la razón a la mujer y solicitó al Departamento que rectificara. El Ararteko cree que faltó «mayor diligencia» para intentar localizar a la solicitante y comunicarle la adjudicación del piso, y, en su caso, recoger de forma expresa su voluntad de aceptarlo o no. El Gobierno Vasco «debería extremar sus esfuerzos en la obtención de una declaración de voluntad expresa de la persona adjudicataria», advierte el Ararteko, cuya mediación ha sido clave para que Etxebide rectifique y revoque la baja de esta familia monoparental con toda la antigüedad acumulada.
«Extremar esfuerzos»
El Ararteko explica todo el recorrido administrativo seguido por la demandante y analiza los argumentos dados por la Administración para dar de baja su solicitud y rechazar sus alegaciones. En este sentido, considera que el Departamento debe «reforzar los cauces de las notificaciones personales mediante los oportunos contactos» con las personas adjudicatarias. Y considera que en este caso «no se acredita el intento» de comunicación con la afectada por ningún otro medio que no sea la carta certificada, que fue devuelta por Correos.
Apelando incluso a la declaración de derechos humanos que destaca la dimensión social de la vivienda, el Ararteko, en una resolución reciente, insta a Vivienda a «extremar sus esfuerzos en la obtención de una declaración de voluntad expresa de la persona adjudicataria de una vivienda de protección pública o alojamiento dotacional». La institución pública que encabeza Manuel Lezertua cree que en el caso de la guipuzcoana, el Departamento «obvió la información personal de la reclamante que obraba en el expediente», y no le llamó al teléfono que figuraba.
Por eso, y ante las «graves consecuencias» que supone una notificación deficiente, el Ararteko en su escrito insta al Ejecutivo a «reforzar los cauces» de comunicación personales «mediante las oportunas llamadas telefónicas, máxime cuando, como en el presente caso, la reclamante había facilitado la dirección de los servicios sociales de su municipio» debido a la difícil situación que atravesaba en ese momento. El Ararteko informa que Vivienda ha aceptado su recomendación y ha dejado sin efecto la decisión de dar de baja en Etxebide a la mujer, que recupera la antigüedad en su inscripción a fecha de 14 de febrero de 2018.
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