Reconocen la enfermedad laboral de un ertzaina que estuvo expuesto a productos químicos
Un juzgado de Donostia estima la demanda del agente, miembro de la sección de Inspecciones Oculares de Gipuzkoa, que sufría fuertes reacciones alérgicas
Un juzgado de Donostia ha reconocido la enfermedad laboral que padece un agente de la Ertzaintza que estuvo expuesto a productos químicos que le generaban ... una fuerte reacción alérgica y que además fueron retirados por ser cancerígenos. La Justicia estima así la demanda del ertzaina, afectado desde 2018, que también ha denunciado a su mando superior, a quien acusa de negarse a cambiarle de puesto a pesar de las recomendaciones médicas. Dicha demanda ha sido desestimada, aunque se ha interpuesto recurso.
Los hechos se remontan a 2018, cuando un agente adscrito a la Unidad de Investigación Criminal Gipuzkoa, en concreto a su sección de Inspecciones Oculares, recibió la baja médica tras sufrir una fuerte reacción alérgica a productos químicos con los que trabajaba habitualmente.
Cabe resaltar que en 2016 el departamento de Seguridad tuvo que retirar productos que se utilizaban en laboratorios y en los escenarios de delitos con los que llevaban trabajando décadas tras descubrirse que podrían ser cancerígenos. Fuentes consultadas explican que este material fue retirado de las comisarías y almacenado en las dependencias de la sección de Inspecciones Oculares. Esta sección es la encargada de recoger pruebas en los escenarios de los delitos y de realizar tratamientos a estas mismas evidencias para encontrar, por ejemplo, huellas dactilares, rastros de sangre o de semen.
Dichas fuentes explican que el agente observó que cada vez que se acercaba a su lugar del trabajo, sus síntomas se acentuaban, por lo que solicitó a la Jefa de Investigación Territorial el traslado a otra sección dentro de la misma unidad para poder reincorporarse al trabajo. Se le denegó, por lo que tuvo que seguir de baja.
El agente siguió sometiéndose a pruebas médicas durante nueve meses, entregando informes a sus superiores sobre su afección, hasta que, señalan dichas fuentes, recursos humanos insta a la jefatura a que le cambie de sección, de nuevo sin éxito.
Demandas
El agente decidió entonces recurrir al sindicato policial ErNE, del que es miembro, e interpuso una denuncia penal por un delito contra la salud de los trabajadores y por desobediencia a funcionario y prevaricación, y otra denuncia en el juzgado de lo social, puesto que la baja no había sido considerada por causa laboral. A los pocos días de interponer la demanda, aseguran desde el sindicato, «el agente fue trasladado a un puesto que no requiere contacto con los materiales, especificándole desde el servicio médico que no puede tener ningún puesto en contacto con los productos químicos».
Este mismo mes de marzo el Juzgado de lo Social 1 de San Sebastián ha dictado una sentencia en la que reconoce la dolencia del agente como enfermedad profesional, primera vez que ocurre en la Ertzaintza. Desde ErNE aseguran que este fallo «crea un precedente importante, puesto que el contacto con estos productos es habitual en numerosas unidades de la Ertzaintza, que deberán variar protocolos de reconocimientos médicos, almacenado y uso de los productos».
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