«No quieren quedarse aquí; quieren reponer fuerzas y seguir su camino»
SOS Racismo atiende a un grupo de 15 subsaharianos que duerme en las calles de Irun
JOANA OCHOTECO
IRUN.
Sábado, 28 de julio 2018, 08:13
Llevaban días durmiendo junto a la estación de Adif de Irun. La ciudad fronteriza es para ellos una parada más dentro de un periplo que dura meses. Proceden de países del África subsahariana: Senegal, Guinea Konakri, Mali... Algunos han llegado a Gipuzkoa desde Bilbao, otros desde Zaragoza. Pero todos querían «llegar a Irun, porque desde aquí se pasa a Francia». El destino final no lo tienen claro: el propio país vecino, o «Inglaterra, Alemania...». Son quince jóvenes migrantes en tránsito, que ayer consiguieron ser atendidos por los servicios sociales de Irun.
«Este jueves supimos que llevaban desde el viernes de la semana pasada durmiendo junto a la estación de tren. Y nadie les ve. El Ayuntamiento 'no sabe', y esto lo pongo entre comillas, que existen», denunciaba ayer Ion Aranguren, representante de SOS Racismo. Este colectivo y otros como Stop Desahucios difundieron el jueves a última hora de la tarde un correo electrónico en el que alertaban de la situación en la que se encontraban los quince jóvenes y convocaban un desayuno solidario para ayer, frente al Ayuntamiento de Irun. «Que se nos vea y se nos oiga», reclamaban los proponentes de la iniciativa.
En un principio, eran 20 las personas que habían sido localizadas pernoctando en el entorno de la estación. Stop Desahucios consiguió gestionar cinco plazas de acogida en Donostia, pero los demás seguían en la calle. A media mañana de ayer, pudieron reponer fuerzas con ese desayuno solidario al que acudieron representantes de entidades como Ongi Etorri Errefuxiatuak, Helduak o Adiskidetuak. «No pueden acceder a los servicios sociales porque no tienen una identificación con fotografía, que es lo que exige el Ayuntamiento de Irun para poder dar el servicio, tanto de comedor como de refugio», señaló Aranguren. Según explicaron los jóvenes migrantes, que no hablan español y se expresaron en francés, durante estos meses de viaje han perdido sus documentos identificativos. «Se ha quedado por el camino», señalaba uno de los jóvenes. «Teniendo en cuenta su situación y las penalidades que han pasado, que no puedan acceder a los servicios porque no tienen una foto resulta bastante... No sé cómo definirlo», se contenía el representante de SOS Racismo.
«Lo que necesitan es un reposo», afirmó Aranguren, sentado junto a los jóvenes, mientras estos agradecían la leche, el zumo, las galletas y los plátanos que les ofrecieron. En las cerca de dos horas que permanecieron junto al Ayuntamiento, varias personas se acercaron a interesarse por su situación. También estuvieron presentes miembros locales de Podemos, EH Bildu y Ezker Anitza.
«Necesitan ropa de verano»
Los jóvenes «necesitan ropa de verano. Camisetas, pantalones cortos...». Hay que tener en cuenta que, cuando iniciaron su viaje meses atrás era invierno, y todavía llevan ropa apropiada para el frío. Pero, ahora, «pasamos mucho calor», contaba uno de ellos. Se hizo un llamamiento por las redes sociales, petición que surtió efecto. «También nos han pedido cargadores para los móviles. Es importante para ellos mantener contacto, informar de cómo están», explican representantes de SOS Racismo. Varios pudieron contactar así con amigos que residen en otros países europeos. «Y necesitan lavarse y cambiarse de ropa. Lo que tienen claro es que no quieren quedarse aquí», subrayaba Aranguren. «Lo que quieren es tomarse un respiro, reponer fuerzas y seguir adelante», pasando la frontera.
Al filo del mediodía, se decidió acudir a la sede de los servicios sociales de Irun para pedir que los jóvenes migrantes pudieran acceder a las instalaciones del comedor social y punto de encuentro. Este espacio, ubicado a pocos metros de las oficinas de bienestar social, cuenta con duchas, lavandería y una zona de descanso en la que hay sofás y varios ordenadores, además del propio comedor. Tras unos minutos, el grupo de migrantes recibió agradecido la noticia de que podían acceder al recurso y pasar el día allí.
SOS Racismo espera que la atención ofrecida a este grupo de jóvenes pueda marcar un precedente, y que «los próximos que vengan tengan más suerte y cuenten con un lugar donde comer y dormir».
En busca de una solución
El Ayuntamiento de Irun recordó que «desde hace semanas», forma parte de un dispositivo institucional de emergencia, reunido a iniciativa del Gobierno Vasco, para dar solución a la llegada de migrantes. Desde ese momento, el consistorio puso a disposición, «en la medida de sus posibilidades, de la ayuda que fuera precisa». «Una de las decisiones adoptadas, en el marco de este grupo, fue la de instalar centros de acogida para estas personas en las capitales vascas. De hecho, esta semana se ha dado a conocer la ubicación del centro provisional en el barrio de Amara de San Sebastián», con capacidad para 25 personas y espacio suficiente para ampliar camas, en función del flujo de llegadas.
La capital guipuzcoana no es ajena a la situación que ha vivido estos días la ciudad fronteriza, ya que casi a diario la estación de autobuses y el entorno de Tabakalera son testigos de la llegada de pequeños grupos de migrantes.