Los 'profes' youtubers de 'mates' en euskera

Empezó a grabarse en vídeos de manera rudimentaria con las explicaciones que daba en sus clases de matemáticas, «he ido mejorando y aprendiendo», se ríe al recordar los inicios. «Que si el audio estaba mal, que mejor que se me vea a un lado, que si mejor solo con la explicación sin que yo esté», va rememorando. «Al final lo más sencillo para mí fue ponerme delante de una pizarra e ir explicando, como si estuviera en clase». Hoy en día su canal de youtube tiene 601 vídeos y cuenta con 1.270 suscriptores. En él se encuentra «todo el programa que se exige en la ESO de matemáticas explicado en euskera y en abierto», recalca orgulloso.

El mismo camino siguió su compañero José Javier Huerta, profesor de matemáticas en Bachiller en el mismo centro educativo. «Yo empecé por la pandemia, nos mandaron a casa y los chavales no se podían quedar sin explicación, así que me quité las vergüenzas y me animé», explica. Ahora tiene prácticamente terminado todo el programa de matemáticas de estos dos cursos previos a la universidad en youtube, 326 vídeos y 178 suscriptores. «En abierto», incide. «Soy–somos– un firme defensor de la educación pública», dice mirando a Xabier. La puesta en marcha de los vídeos de José Javier fue a la inversa de su compañero, «empecé con vídeos demasiado elaborados que me llevaban mucho tiempo de edición, he ido simplificado y no han perdido calidad», asegura.

Los dos destacan lo costoso que es hacer un buen vídeo. «No podemos meter explicaciones de una hora, eso no lo vería nadie», cuenta Lizarraga. «Mis vídeos rondan los 4-6 minutos, para que sean concisos y en los que no me puedo saltar ningún paso. Eso requiere que primero prepare un guión, que lo grabe y lo edite. Una media de 5 horas por vídeo». A eso van añadiendo las críticas constructivas de sus propios alumnos. «Este no se oye bien, mejor cuando utilizas para grabar el móvil, no se ve bien la pantalla, mejor ponte al otro lado», comenta Huerta.

Además de dejar que cualquiera aproveche sus explicaciones, ambos utilizan sus propios canales como refuerzo a sus clases. «Nos ayuda para que nuestros alumnos mismos sigan su ritmo cuando lo necesitan», dice Huerta. Los vídeos les sirven incluso de banco de pruebas que confirman sus sospechas fundadas. Así, Lizarraga comprueba incluso en qué momento se han parado más veces los alumnos en los visionados «y coincide con la experiencia que tengo en el aula de dónde surgen las dudas», asegura. «Esto ha hecho que yo mismo a la hora de plantear los vídeos me pare donde sé que ellos van a necesitar más tiempo», comenta.

Estas clases a la carta en abierto les han dado alegrías. «Te deja un comentario un joven de Hondarribi, Errenteria o de cualquier lado dando las gracias porque le hemos ayudado a entender. No les conozco pero les ha servido», dice satisfecho Lizarraga. «Te permite mantener un contacto y una respuesta que no esperaba cuando empecé con los vídeos», afirma Huerta. En ese toma y daca hay incluso hasta padres que revisan los vídeos para ayudar a sus hijos, o profesores de apoyo que disponen de una herramienta extra para sus alumnos. «Nos cuentan que dan valor por ejemplo a cómo nos dirigimos a los espectadores en las explicaciones. Yo no hablo igual a un chaval de 12 años que uno de 16», expone Lizarraga.

Ambos son dos apasionados de las matemáticas y enamorados de la docencia. «Es una materia que te plantea retos constantes y que consigues resolver con tesón y esfuerzo, son un placer más de la vida», afirma Huerta. «Disfruto cuando veo no solo que saben hacer lo que les propongo sino que comprenden por qué lo hacen, por qué son importantes las matemáticas», asegura Lizarraga. «Muchas veces les explico que las matemáticas te ayudan a que no te puedan controlar y se lo demuestro en mis clases. Este año al no haber excursiones en la ESO por la pandemia les muestro cómo se puede manipular a través de los números, y me dicen que hago magia», se ríe.

Utilizar medios audiovisuales tras un año de pandemia parece de lo más normal; «esto no ha venido para quedarse, esto está ya con nosotros», afirma Huerta. «Ahora tenemos que ser capaces de no perder la oportunidad que nos brindan las tecnologías sin dejar de lado la parte del lápiz y papel. Tenemos que buscar que lo que les contamos sea atractivo para que los alumnos se enganchen, porque su lenguaje ha cambiado. Nosotros les proponemos hacer sus propios vídeos con explicaciones», asegura.

Xabier tiene en mente seguir con su canal planteando retos a través de proyectos, «estoy dando una vuelta a ver cómo hacer». José Javier quiere hacer vídeos con el programa de Letras de Bachiller. «No sé cuánto tardaré, pero lo haré».