«Me tomé las uvas después de nacer Martina»

Los médicos ya habían apuntado una fecha para el nacimiento de su primera hija: el 28 de diciembre, Día de los Inocentes, pero Martina prefirió esperar tres días más en el vientre de su madre para ganarse la foto del día. «Teníamos esperanza de que no naciera el 31 pero no descartamos que llegara en las campanadas, somos un poco gafes», bromeaba esta pareja. La pequeña ha nacido con 3,550 kilos de peso y 50,5 centímetros. «Es una niña hermosa», comentaba Nagore aún «un poco cansada» tras el parto, que se alargó más de la cuenta. «La familia ya sabía que no íbamos a poder cenar con ellos así que teníamos a todos en vilo», dice. Tras anunciar el notición, pasadas las campanadas, «el teléfono no ha parado de sonar y recibir mensajes de Whatsapp. Estamos todos encantados. Es muy buena, de momento solo come y duerme». ¿Y las uvas? «Mi marido se las ha tomado después, yo no estaba para eso aún... solo he probado un bocado, así que este año la cena ha sido ligerita y sin turrones de por medio», añadía esta mujer, que esperaba a retomar fuerzas antes de recibir el aluvión de visitas para conocer a la pequeña, «de nariz chatita y ojos muy abiertos». Tras la recién nacida más madrugadora, en este mismo centro de Mendaro llegó a los brazos de sus padres otro niño, pasadas las 4.15 horas.

En el resto de hospitales públicos vascos también hubo alumbramientos en la madrugada del primer día de 2024. En el Hospital Donostia, el primer bebé en estrenar calendario de nacimientos fue otra niña. Alejandra Mena Bermejo venía al mundo a las 3.06 horas para alegría de sus padres, los donostiarras Adrián y Andrea. «Ha sido un parto brutal, una pasada y muy rápido, ha nacido en dos empujones», explicaba Adrián al otro lado del teléfono, con el cansancio en el cuerpo. «Estamos reventados y la ama también está muy cansada. Subimos al hospital el día 31 a las 11.30 horas dilatada de dos centímetros. A las 20 horas entramos en el paritorio, le dolían bastante las contracciones. A las 2.55 estaba dilatada de 6 y a las 3.06 ya había nacido», contaba este donostiarra con precisión milimétrica. Alejandra, que ha pesado «3,660 kilos y ha medido 52 centímetros» es el segundo retoño de Adrián y Andrea y a pesar de la experiencia con su primera hija, María, de dos años y medio, «cada parto es un mundo, es una experiencia muy intensa, increíble».

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El recuerdo de esa noche quedará grabado para siempre en el anecdotario familiar. Aunque no pudieron cenar con sus seres queridos, «en el hospital nos dieron un menú de Nochevieja, que era un plato de paella, y después me tomé las uvas en el paritorio mientras hacía una videollamada con la familia. Una noche para recordar», contaba Adrián, que se deshacía en halagos con su hija.

En casa de Arantxa Calvo y Xabier Alustiza, vecinos de Alegia y padres de dos niños de 4 y 2 años, también se esperan días «moviditos». La pequeña Karla llegó a sus vidas a las 5.30 h en el Hospital Donostia, una semana antes de lo esperado. «En principio salía de cuentas el 8 de enero pero ya ves... Eso sí, cenamos con la familia y despedimos el año con las uvas. Después dormimos a los niños y nos subimos al hospital», contaba esta pareja, que se ha convertido en familia numerosa.

En Bizkaia, Noa fue la primera bebé del 2024. Nació a las 1.20 horas en el Hospital de Cruces y una hora después venía al mundo en el Hospital de Basurto Lur, un niño que ha pesado 3,470 kilos. Algo más tarde, pero también de madrugada, la primera bebé alavesa estrenaba el año a las 3.57 horas en el Hospital de Txagorritxu.