Piden 14 años de cárcel para el kamikaze que causó dos muertes en Usurbil en 2017

Dos personas perdieron la vida en este accidente de tráfico: Souhail Bermidel, ciudadano marroquí de 23 años residente en Bilbao, y Karol Monteiro, brasileña de 27 años que vivía en Santiago de Compostela y que estaba pasando el fin de semana en Euskadi con unos amigos. En el coche, un Opel Astra, viajaban otras cuatro personas: el conductor y tres jóvenes nicaragüenses. Los seis salieron el viernes 10 de febrero por San Sebastián, y tras una noche de fiesta se montaron en el vehículo para volver a Bilbao. Sin embargo a la altura de Astigarraga, el conductor se incorporó a la AP-8 en sentido contrario, a pesar de que en el carril de acceso había una doble señalización de prohibido.

Así, el vehículo circuló en dirección contraria desde el kilómetro 19 hasta el 27, un trayecto de 8,4 kilómetros en los que se cruzó con varios vehículos, a una velocidad 80 o 100 kilómetros por hora. Hasta un vehículo de mantenimiento de la autopista que lo vio le realizó señales mediante ráfagas, claxon y luces de emergencia, pero continuó la marcha. Apenas 31 segundos después, llegó la tragedia.

Sobre las 06.20 de la mañana, cuando circulaba a la altura de Usurbil, una ambulancia que transitaba en sentido correcto se topó con el kamikaze, colisionando violentamente de forma fronto-lateral. «No he podido esquivarles más», repetía el conductor del vehículo sanitario. El impacto fue tal que los dos pasajeros que iban en el lado izquierdo del asiento trasero, donde recibió el golpe, murieron en el acto. El resto resultaron heridos de diversa consideración.

«En ningún momento nos dimos cuenta de que íbamos en dirección contraria, si alguno de nosotros se hubiese percatado, le habríamos advertido», señalaron los supervivientes a este periódico días después del accidente. Por su parte, el conductor arrojó una alcoholemia de 0,24 mg/l, por debajo del límite de 0,25 permitido. Fue detenido pero tras prestar declaración quedó en libertad provisional con cargos.

La Fiscalía de Gipuzkoa le imputa un delito contra la seguridad vial en su modalidad de conducción temeraria con grave y manifiesto desprecio a la vida de las personas, dos delitos de homicidio con dolo eventual y dos delitos de lesiones con dolo eventual, por los que pide una pena de 14 años de prisión.

El seguro del vehículo se ocupó de indemnizar a las familias de las dos víctimas y a los heridos, por lo que en este caso no se reclama responsabilidad civil.