Osakidetza trató el pasado año más de 6.000 pacientes con VIH

Aunque actualmente no hay pruebas de que las personas que viven con el VIH tengan mayor riesgo de contagio por COVID-19, el teléfono de asociación guipuzcoana contra el sida Harri Beltza no dejó de sonar durante los meses de confinamiento. «Ha sido como una segunda pandemia para muchos de nosotros. Hemos tenido llamadas de gente muy asustada con mucho miedo, porque no sabíamos cómo nos iba a afectar el virus. Aunque poco a poco hemos ido conociendo más acerca de él y constatamos que por ser VIH no tenemos por qué tener peor dianóstico en caso de infectarnos por Covid-19», explica Joseba Errekalde, presidente de Harri Beltza, que ha presentado este miércoles en una rueda de prensa celebrada en el Koldo Mitxelena la campaña de verano contra el sida. Le han acompañado de Elias Arizmendi, voluntario de la asociación, Joseba Zabaleta e Iñaki Zabaleta, de Soinuenea y el Grupo de Camparenos de Oiartzun.

En esta XXIV edición, condicionados por la situación de pandemia, el concierto solidario que se había organizado en un inicio se sustituirá por otro en el que las campanas y las dulzainas serán las protagonistas. La cita será el próximo 31 de julio, a las 19.30 horas en la parroquia San Esteban de Oiartzun.

Errekalde ha destacado «el estrés» que ha supuesto para la asociación la situación de pandemia y los meses de confinamiento en los hogares, en los que «se han vivido momentos muy duros. Enfermos crónicos que llamaban muy asustados porque sus apoyos de médicos, visitas a centros hospitalarios, … quedaron en suspenso. En el aspecto psicosocial hemos tenido que trabajar más que nunca porque la gente lo demandaba». A pesar de que la asociación ha permanecido cerrada -al ubicarnos en un edificio municipal nos lo encontramos precintado de un día para otro- ha seguido prestando apoyo vía online.

La dispensación de medicamentos a los pacientes con VIH ha sido otro de los aspectos que ha puesto sobre la mesa el presidente de Harri Beltza, una reivindicación que, según ha recordado, «el año pasado, en este mismo lugar, demandábamos darle una vuelta, porque no puede ser que cada mes o dos meses tengamos que subir hasta la farmacia del hospital para que nos los dispensen. ¡Si hay gente que ni salía a hacer la compra por miedo a contagiarse! Conozco algunos casos de personas a quienes se les ha mandado la medicación a casa, con lo cual, demuestra hay maneras de articular esto» para que los fármacos puedan recogerse «en el ambulatorio o en la farmacia» comunitaria.

Según se desprende de la memoria anual del Plan Vasco del SIDA e ITS, Osakidetza trató el pasado año 6.057 pacientes con VIH, frente a los 5.852 de 2018. A su vez, los casos de chlamyidia (711) aumentaron un 18,7% con respecto al año anterior; los casos de herpes genital (260) experimentaron un aumento del 66%; las infecciones gonocócicas (412) un 16% y los casos de sífilis precoz (249), supusieron un 35,3% más.

En lo que respecta al VIH, en Euskadi se registraron el pasado año 147 infecciones, frente a las 171 de 2018, lo que supone una tasa de 7,72 casos por cada 100.000 habitantes, un punto menos que la tasa del conjunto del Estado.