Nuevo reto de Zaporeak: conseguir 23.000 litros de leche entera
El proyecto solidario celebra este sábado en Donostia y otras ocho localidades de Gipuzkoa una campaña de recogida para los refugiados de la isla griega de Lesbos
El proyecto solidario Zaporeak se ha propuesto un nuevo reto para seguir ayudando a los refugiados que viven en la isla griega de Lesbos y a los que lleva dando 2.000 raciones diarias desde hace dos años, y cinco desde que llegaron al país heleno. La situación es cada vez más insostenible para los refugiados que malviven en el nuevo campo de Kara Tepe, a donde fueron trasladados después de que Moria, considerado el mayor campo de refugiados de toda Europa al albergar 21.000 personas donde solo entraban 3.000, se redujera a cenizas en septiembre. Ahora, el nuevo recinto se ha convertido con la «excusa del covid» en una cárcel de la que apenas les dejan salir.
Los problemas de desnutrición son cada vez más generalizados, es por ello que Zaporeak se ha propuesto entregar leche y fruta una vez a la semana a toda la población refugiada, es decir, a las 7.200 personas que residen allí, por lo menos durante los tres próximos meses. Así lo han explicado esta mañana en la rueda de prensa de presentación de la iniciativa celebrada en el Ayuntamiento de San Sebastián en la que ha estado presente el alcalde, Eneko Goia; Peio García Amiano, uno de los fundadores de Zaporeak, e Irati Azkue, responsable de comunicación, y Gotzone de Miguel, responsable de Super Amara.
Las recogidas se harán por los tres territorios y Navarra de manera escalonada. Este sábado, día 13, será el turno de Gipuzkoa. En San Sebastián se habilitarán tres puntos en el Super Amara del mercado de San Martín, Super Amara Benta Berri y Super Amara de la avenida Isabel II, en un horario ininterrumpido de 10.00 a 20.00 horas. Además de la recogida en la capital guipuzcoana, su unirán a la iniciativa localidades como Zarautz, Usurbil, Oñati, Aretxabaleta, Arrasate, Aramaio, Beasain y Legazpi, si bien podrían sumarse más municipios que se irán actualizando a lo largo de la semana en la web y redes sociales de la ONG.
El objetivo en el territorio guipuzcoano es alcanzar los 23.000 litros de leche, que entran en el tráiler que partirá el día 18 de este mes hacia Lesbos. «Es importante que la leche sea entera de vaca y de larga caducidad», han remarcado, ya que el traslado por carretera lleva del orden de una semana y se pretende repartir a lo largo de todo el mes. Por este motivo, la fruta la adquirirán en comercios locales de Lebos.
Es por este motivo por la campaña en el resto de territorios se realizará de forma escalonada y en un intervalo de dos semanas. Así, el 27 de marzo se realizará la recogida en Araba, el 10 de abril en Navarra y el 24 de abril en Bizkaia.
Situación insostenible
La entrega semanal de leche y fruta a todos los refugiados de Kara Tepe, se suma así a la entrega de 2.000 raciones cocinadas que la ONG guipuzcoana entrega diariamente a las personas más vulnerables, y al reparto mensual de comida en seco, que se basa en arroz, pasta, legumbres, sardinas en lata, parata, cebolla y naranjas. «Hemos repartido bolsas de comida seca a toda la población del campo en diciembre, enero y febrero porque es lo que más demandan», ha señalado Azkue.
Los voluntarios de Zaporeak que están en la isla han tenido que adaptar su forma de trabajar desde el incendio que asoló Moria a comienzos de septiembre, y el mayor volumen de reparto, requiere de un esfuerzo extra que pueden completar gracias a la colaboración de voluntarios refugiados que les prestan su ayuda. De hecho, para poder desempeñar el trabajo de entrega de leche y fruta prevista, van a contar con la ayuda de otras organizaciones que están sobre el terreno, aunque «son cada vez menos, por las trabas que pone constantemente el gobierno griego a quienes queremos ayudar a los refugiados», ha subrayado Peio García Amiano.
A la ayuda cada vez más limitada, se le suma que los refugiados solo tienen autorizado abandonar el campo una vez a la semana y solo un miembro de cada familia, con el objetivo de abastecer de lo más urgente y necesario, debiendo estar de vuelta a Kara Tepe antes de las 18.00 horas. El domingo, se cierra a cal y canto y ningún puede salir de allí.
La situación a la que están sometidas las personas refugiadas, la desnutrición y el desamparo está teniendo su efecto en la salud metal de personas que ya venían huyendo de la guerra. «Se está llegando a un punto de que las personas se autolesionan, los niños piensan en el suicidio y no tienen ganas de vivir. Según Médicos Sin Fronteras el año pasado en Moria 50 menores intentaron quitarse la vida y en enero asistieron a otros tres intentando ahogarse en el mar, cortándose las venas o ingiriendo pastillas«, han subrayado.