Esto es bueno para la tele», dijo Trump. En la bronca que echó a Zelenski en la Casa Blanca, regañándolo como a un niño, poniendo ... voces para imitarlo, intentando humillarlo con ironías, con Vance preguntándole si había dado las gracias, hubo un momento que dio especial grima. Durante el acoso de un grupo de matones, siempre hay un lacayo que aprovecha para ponerse gallito con la víctima en inferioridad y apuntarse un tanto ante el capo. El comunicador trumpista Brian Glenn aprovechó para soltarle su pellizco al presidente ucraniano: «¿Por qué no lleva traje, acaso no tiene uno?».
Todo el mundo sabe que Zelenski nunca lleva traje desde que Rusia invadió Ucrania, pero Glenn consiguió su terrón de azúcar: Vance se rio. No se hubiera atrevido a hacerle esa pregunta despectiva al príncipe saudí Mohammed bin Salman, cuando vistió una túnica en la Casa Blanca pocas semanas atrás, ni al jefe Musk con sus camisetas y gorras, ni a Churchill cuando compareció allí mismo con un mono de guerra en 1942. La vestimenta es un código social importante, no conviene descuidarla, significa muchas cosas. Cuántas veces revela, por ejemplo, la arrogancia clasista y estúpida de quienes creen que llevar chaqueta y corbata los convierte en seres más respetables que los demás. Glenn las llevaba, y su actitud con el presidente de un país invadido al que habían invitado a la Casa Blanca fue tan elegante como si se hubiera bajado los pantalones y le hubiera enseñado el culo.
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