Miren Urquijo: «Aunque parezca lo contrario, Donostia no es una ciudad amable para el ciclista»
Profesora de la Facultad de Educación, Filosofía y Antropología de la UPV ·
Ha realizado junto a alumnos de la universidad vasca un estudio en la capital guipuzcoana sobre seguridad en la bicicletaMiren Urquijo, profesora del Departamento de Educación, Filosofía y Antropología de la UPV/EHU, presentó ayer, en el marco del jornada 'El uso ... y la percepción del viario y el espacio público desde la perspectiva ciclista', organizada por el Departamento foral de Movilidad, el estudio 'Seguridad en bicicleta. Una etnografía' realizado en colaboración con los alumnos de Antropología de la universidad vasca y la Diputación.
- ¿Tras realizar el estudio, cuál es la principal conclusión a la que han llegado?
- Los ciclistas insisten en una idea, que hay que impulsar y favorecer una política de convivencia entre todas las movilidades que se dan en la ciudad, que son muchas. El objetivo general de nuestro estudio ha sido analizar los factores, las circunstancias, prácticas y percepciones que producen seguridad vial ciclista. Lo hemos hecho desde la etnografía, una investigación profunda en un ámbito reducido, en este caso Donostia.
- ¿San Sebastián es una ciudad amiga de las bicis?
- Hay que avanzar todavía bastante, hay que seguir trabajando mucho. Aunque no lo parezca, es una ciudad difícil para los usuarios de las bicicletas. Puede parecer fácil porque en gran parte es llana, pero para todas las personas que viven en zonas no llanas resulta complicado. Las conexiones entre las distintas vías, entre los bidegorris, no son frecuentes. Hay muchos, pero sin estar vinculados unos con otros. Y también porque la coexistencia entre coches, peatones y bicicletas es muy compleja.
«A casi todos los entrevistados en el estudio les han robado la bicicleta por lo menos una vez»
«En las ciudades hay que hacer microcirugía para que no resulten tan complicadas para las bicis»
- ¿Existe un perfil típico de usuario de este vehículo?
- No, hay mucha diversidad.
- ¿Y hay diferencias de uso entre hombres y mujeres?
- Los datos demuestran que sí. Nosotros hemos hecho las entrevistas de forma paritaria, el mismo número de hombres que de mujeres, pero eso no quiere decir que la circulación también sea paritaria. Una de las cosas que ha salido en la encuesta es que la fuerza física no condiciona que se use más o menos la bicicleta, salvo una cuesta fuerte. Los usuarios reconocen que son más importantes la habilidad y los reflejos que tener un cuerpo atlético.
- ¿Cuáles son las quejas más recurrentes por parte de los ciclistas?
- Sobre todo piden respeto. La percepción es que no se lo tienen, tanto desde los coches, que tratan de expulsarlos de la vía, como de los peatones, que invaden los espacios de las bicicletas o se molestan cuando circulan por zonas de convivencia. Muchas veces el peatón desconoce que el ciclista tiene derecho a circular por determinados lugares. Se crea una tensión que suele derivar en que el ciclista sea mal visto. Hay una falta de señalización para aclarar cosas que pueden producir conflictos. Hay que hacer microcirugía, mejorar pequeñas cosas porque cada vez hay más ciclistas.
- ¿La llegada de los patinetes eléctricos y otros vehículos similares va a dificultar aún más esa frágil convivencia?
- Dependerá del respeto y la empatía.
- A pesar de que cada vez está más extendido el uso de la bicicleta, ¿se la toma en consideración a la hora de diseñar urbanísticamente las ciudades?
- Creo que se está empezando a tomar en consideración. Estamos en un momento en el que todavía el coche es el protagonista, pero cada vez se tiene más en cuenta otro tipo de vehículos más sostenibles. Pero no solo tiene que haber una concienciación en el urbanismo sino también en las empresas e instituciones. Por ejemplo, algunos, porque se trasladan una distancia importante para ir a trabajar, además de un lugar seguro para aparcar también necesitan un ducha, un lugar para cambiarse y ponerse el traje y la corbata.
- ¿En una ciudad turística como Donostia los extranjeros se decantan por recorrerla en bicicleta?
- Sí. Además, pueden ser un elemento para la mejora porque muchos de ellos proceden de países donde hay mucha cultura del uso de la bicicleta y pueden aportar, pero por otro también se pueden crear algunos conflictos. Los turistas siempre piden mapas y no estaría mal que en ellos se incluyera la red de bidegorris para que el donostiarra pueda llegar en bici a sitios donde no ha ido nunca y no sabe si la vía le lleva o no le lleva, si en algún tramo tiene que bajar a la calzada... y así poder salirse de su recorrido normal e ir a nuevos lugares.
- ¿Quiénes usan más la bicicleta, los jóvenes o los adultos?
- No hay tanta diferencia en número de usuarios en cuanto a la edad, sino en la forma de usarla. Los chavales van más en grupo y los mayores van solos. Los chicos, al ir en cuadrilla, ocupan más, dificultando la circulación a otras personas.
- ¿Además del respeto, qué reclaman los usuarios de las bicicletas?
- Sobre todo más aparcamientos, especialmente en zonas de intermodalidad como estaciones de tren, autobuses y Topo. En el estudio también hemos preguntado por la sustracción de bicicletas y la verdad es que casi todos han contestando que les habían robado la bici por lo menos una vez.
- ¿Casco sí o no?
- Es un tema muy controvertido. No es obligatorio y muchos comentan que si tuvieran que llevarlo a todos los lados igual no usaban la bici.
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