Miles de lesakarras y visitantes despiden unas concurridas fiestas

Desde que el día 6 los representantes del centro de salud, Residencia de Ancianos y trabajadoras a domicilio de la Mancomunidad de Servicios Sociales de Bortziriak lanzaran el txupinazo, siendo reconocidos de esta manera por su labor inconmensurable durante la pandemia, los lesakarras han podido disfrutar como nunca de sus ansiadas fiestas.

El domingo se ha celebrado Herritarren Eguna, de día de los vecinos, y comenzaba con una diana con los gaiteros y con una kalejira de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos. Los mayores podían disfrutar de unas jotas en los jardines de la Residencia de Ancianos, un acto organizado por la Asociación de Jubilados y Pensionistas San Fermín, de la localidad. Además, los pequeños tuvieron encierro infantil en la Plaza Zaharra, donde poco después comenzaba un espectáculo de herri kirolak. Tras el vermut feminista organizado por Xulufrinak, tenía lugar una comida popular y música en la Plaza Eltxeta. Ya por la tarde se desarrollaron actividades infantiles y un festival de jotas navarras, esta vez en la Plaza Zaharra.

A las siete, los lesakarras volvían a ser los protagonistas en la calle con la bajada de Txakain al son del Zortziko. La noche finalizaba con un concierto de Txamukos Mariatxiak en la Plaza Zaharra y el Pobre de mí para cerrar las fiestas.

Entre las celebraciones especiales de este año destacaban los 50 años que ha cumplido la Peña Irrintzi. Los más jóvenes de la peña han tenido estas fiestas un recuerdo especial con los pioneros, los que crearon la peña allá para 1972. La cuadrilla comenzó a juntarse primero para el Olentzero y después para jugar al fútbol. Eran unos 20 y salieron como peña Irrintzi por primera vez el segundo día de sanfermines de 1972. Aunque en la actualidad las peñas apenas organizan ninguna actividad fuera de su día en fiestas, en la década de 1970 Irrintzi organizaba salidas montañeras, carroza en carnavales, olentzero… Incluso salían con una mascota, la burra Sabina.