Un descanso digno para Sohaïbo Billa
La comunidad musulmana pide la identificación oficial del costamarfileño ahogado en el Bidasoa en noviembre para no acabar en una tumba anónima
Todos los indicios conducen a deducir que el migrante costamarfileño de 38 años que el pasado 20 de noviembre fue hallado muerto en el ... río Bidasoa, cerca de Endarlatsa, es Sohaïbo Billa. Este es el nombre que figuraba en el certificado de vacunación y en la tarjeta sanitaria emitidos en El Ejido (Almería) que se encontró entre sus pertenencias. El teléfono que llevaba consigo era el mismo número mediante el que se comunicaba con unos amigos suyos en tierras almerienses.
Tanto estas personas como su familia en Costa de Marfil y Guinea Ecuatorial perdieron su pista en unas fechas que concuerdan con la aparición de su cadáver en aguas fronterizas. También conocían que cuando salió de Andalucía su intención era llegar a Irun y atravesar la muga para probar fortuna en Francia. De hecho, contactaron con grupos de Iparralde para tratar de dar con su paradero. La familia también ha enviado toda la documentación que disponía de él, aunque sea escasa. Sin embargo, la investigación policial realizada no ha podido identificarlo oficialmente a través de sus huellas. Y, además, el hecho de que su familia viva en Costa de Marfil ha cerrado la vía de comparar su ADN.
De esta manera, el cuerpo que permanece en el depósito del Instituto Vasco de Medicina Legal en Donostia, carece oficialmente de nombre y apellidos. Y sin ellos, no puede ser enterrado con su identificación en el cementerio musulmán de Burgos, el mismo en el que descansa Yaya Karamoko, el primero de los tres migrantes ahogados en el Bidasoa en 2021.
La familia de Costa de Marfil autorizó a la Comunidad Musulmana de Irun que realizara «todas las gestiones hasta ser enterrado». Según explicó ayer por la tarde frente a los juzgados de Irun el presidente de este colectivo, Tarik Achernan, la jueza del juzgado número 4 de Irun –además de no reconocerles «como representantes legales»– les ha trasladado que «rechaza la identificación» de Sohaïbo Billa porque «no está basada en pruebas científicas». Es decir, no hay huellas dactilares ni pruebas de ADN que confirmen su identidad. Temen que su caso quede archivado y se convierta «en una más de las miles de muertes anónimas» que cada año depara el fenómeno migratorio, denunció la cooperante Marga Sánchez.
«Estamos seguros de que es él y la familia lo reclama, pedimos que se investigue hasta ser enterrado en un cementerio musulmán»
Tarik Achernan
Pdte. Comunidad Musulmana Irun
Según Tarik Achernan, la jueza podría «cerrar las diligencias sin identificación oficial y ordenar al Ayuntamiento de Irun que se haga cargo del cuerpo». Su comunidad ya ha trasladado al consistorio que desea ocuparse del sepelio de los restos del costamarfileño en el camposanto burgalés de San José. Pero quieren hacerlo en una tumba con su nombre para que «ya que no hemos sido justos con él en vida, al menos lo seamos ahora». En su opinión «para la jueza no cambia nada el hecho de que sea enterrado en Irun o en Burgos. Pero para la familia y nosotros, es importante que descanse en un cementerio musulmán» y bajo sus costumbres religiosas.
El caso de Abdoulaye Koulibaly
Con el fin de que la investigación no acabe en una vía muerta, la comunidad musulmana pidió que «siga abierta» hasta identificar a Sohaïbo. Piden buscar sus huellas en el fichero Eurodac, comparar el ADN del difunto con el de sus familiares, aun sabiendo que su familia no pudo venir a Gipuzkoa al no poder entrar en territorio Schengen en virtud de la normativa europea. Consideran que Sohaïbo murió porque «el Estado francés cierra sus fronteras a las personas en función de su origen y raza», dijo Marga Sánchez.
Ante este panorama, Tarik dijo que «no vamos a olvidar» a Sohaïbo y pidió que las autoridades –Gobierno español, embajadas...– se comprometan en la investigación. Aludió al caso de Abdoulaye Koulibaly, ahogado en agosto, de cuya repatriación se ocupó el Gobierno Vasco. «No sé si no puede hacerlo ahora porque el caso está en el juzgado, pero me gustaría saber el criterio para que con un caso se ocupe de todo y con este no. Como pasó con Abdoulaye, hay otra familia que está sufriendo por la muerte de una persona que solo pretendía una vida mejor».
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