«No llevo el patinete, ya sé que no me van a dejar meterlo»
Prohibición. La medida que niega el acceso de los patinetes eléctricos a los autobuses «por seguridad» genera debate entre los usuarios
Las imágenes de usuarios del transporte público de Gipuzkoa que subían a bordo de los vehícilos con sus patinetes eléctricos son, desde este lunes, historia. ... La prohibición de portar estos scooter, vigente desde enero en Renfe y Euskotren, se extendió este lunes a la red de Mugi, es decir, Lurraldebus y los autobuses urbanos de San Sebastián, Irun, Errenteria, Eibar, Zarautz, Arrasate, Hernani, Tolosa, Lasarte-Oria, Oñati y Oiartzun. Tampoco a la motora de Pasaia, incorporada al sistema en marzo. El coto a los patinetes en el transporte público es ya total.
Con todo, este lunes reinó la normalidad en las paradas de autobuses de Donostia. En una de ellas esperaba su transporte para ir desde la Avenida a Usurbil Malainin, un joven usuario de estos patinetes que «ya estaba al corriente de la medida, por eso hoy -por este lunes- no he traído el patinete... Total, no me van a dejar meterlo». Para él, que vive por trabajo a caballo entre esta localidad de Buruntzaldea y la capital del territorio, «esta es una medida con la que estoy de acuerdo. Sobre todo, porque es por motivos de seguridad».
Malainin era, hasta el pasado mes de enero, uno de los usuarios que llevaba el patinete eléctrico en Euskotren y «en los autobuses, pero especialmente en el Topo. No creo que sea tanta faena no poder llevarlo, pero es verdad que en alguna ocasión me ha dado un poco de pena porque realmente necesitaba llevarlo para no andar tan apurado de tiempo», apuntaba. Este usurbildarra es de los que cree que «hay que aceptar las cosas como vienen. A mí no me importa coger otro medio de transporte público y, además, así también hago más ejercicio físico», comentaba con una sonrisa.
La Autoridad Territorial del Transporte de Gipuzkoa -ATTG- acordó por unanimidad el pasado 12 de marzo prohibir la entrada de patinetes eléctricos en todos los vehículos del sistema Mugi «por motivos de seguridad», al hilo de la nueva normativa sobre estos vehículos que entró en vigor a mediados de enero. La medida se toma, explicaban desde ATTG, a raíz de los incidentes que los patinetes eléctricos han generado en los últimos años.
Sin embargo, no todos piensan como Malainin. Hay otros conductores de patinetes eléctricos que son algo más reacios a esta nueva norma. El donostiarra Álvaro Mendo conduce estos vehículos desde hace tres años, y para él «la medida no es del todo correcta. Ya sé que es por motivos de seguridad, pero yo nunca he visto un problema con estos aparatos». Mientras se dirigía a clase por una calle peatonal del Centro de San Sebastián, este joven universitario consideraba este lunes que «estos vehículos son bastante fiables, a mí solo se me ha pinchado la rueda una vez en todo este tiempo».
Volodimir Skripka es uno de los afectados por la medida, «aunque a mí lo que me tocó más de cerca fue lo del Topo. En el autobús he subido pocas veces con el patinete», reconocía este lunes mientras pasaba por la calle Urbieta. Skripka, que vive en Donostia desde 2015, afirmaba que «el patinete lo uso mayormente por trabajo, para llevar cosas de aquí a allá en la mochila». Él es otro de los escépticos con la medida, pero está de acuerdo en que «es la norma y hay que cumplirla, aunque nos pueda parecer no del todo correcta cuando se refieren a motivos de seguridad». En ese sentido, recordaba «todo el revuelo que hubo con algunos móviles y sus baterías que explotaban en los aviones... Y seguimos llevando teléfonos cuando volamos». «Si es una batería homologada oficialmente», proseguía Skripka, «no debería haber ningún problema, es algo muy raro. Si la batería va bien protegida es imposible que pase nada».
Por último, este usuario de patinetes eléctricos aludió al Ayuntamiento de Donostia refiriéndose a la red de bidegorris -por donde pueden circular también estos vehículos-: «¿Nadie se ha dado cuenta de que los agujeros y baches que hay son más grandes que las ruedas de mi patinete? Es muy peligroso».
Sanciones administrativas
Los encargados de parar los pies a todo aquel que desde este lunes desee entrar en un autobús con un patinete son los propios conductores del transporte público. este lunes uno de estos profesionales señalaba a este periódico que «hasta la semana pasada sí era normal ver a usuarios que subían con los patinetes, pero esta mañana no ha venido nadie con uno de ellos». Este conductor de Lurraldebus recordaba que «en Bilbao hace unos meses sí que hubo un problema gordo con una batería que explotó en un bus. Normalmente cuando ha pasado era porque la estaban cargando dentro del propio autobús».
En la red ferroviaria esta prohibición entró en vigor el pasado mes de enero, «y aún así sigue habiendo gente que viene con el patinete», admitía suspirando uno de los agentes de seguridad de la estación de Easo. En ese caso «solo me queda informarles de que ya no es posible, pero cuando vienen ya de otros trenes con el patinete encima, no tengo más remedio que pedirles la identificación», aseguraba. Después, esos datos se trasladan a la Policía Municipal de Donostia, donde se coordinan con Euskotren para tramitar, si es necesario, una sanción administrativa a la persona infractora. «Lo que no podemos es confiscar los vehículos, para eso no tenemos autoridad», concluía.
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