Acabo de leer en la página 'BBC Future', en español, un artículo escrito por Miriam Frankel y Matt Warren, del 13 de noviembre, que me ... ha parecido muy interesante. Es un trabajo de veintiuna páginas bastante densas, por lo cual es difícil de resumir. Se trata de ver si el lenguaje influye en la forma como pensamos. Tal como dice el propio artículo es un tema muy difícil de dilucidar, pero nos da unos ejemplos sumamente curiosos.
Si a usted, que escribe de izquierda a derecha, le piden que ordene unas fotos en orden cronológico, lo más probable es que ponga las más antiguas a la izquierda y las más modernas a la derecha. Sin embargo, en hebreo, que se escribe de derecha a izquierda, seguramente las fotos más antiguas las ponga a la derecha y las más nuevas a la izquierda. En chino mandarín se escribe de arriba hacia abajo. Lo más probable es que las fotos más antiguas las ponga arriba y las modernas abajo. Y no solo eso, en chino mandarín la «semana que viene» se traduce literalmente por la «semana de abajo».
Otro tema interesante es cómo vemos el tiempo. Nosotros solemos pensar que el pasado está a nuestra espalda y el futuro de frente. Sin embargo, los hablantes del aimara, de Sudamérica, tienen el concepto contrario. El futuro no se ve, por lo tanto, tiene que estar a la espalda. El pasado lo conocemos, ya lo hemos visto, y por eso está de frente. En el artículo hay muchos más ejemplos tan curiosos estos.
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